LOS BANCOS DESPRECIAN A NUESTROS MAYORES

 

Lazarillo

Cualquiera de nosotros lo habrá podido advertir en alguna ocasión e incluso vivir personalmente si se ha superado la edad de la jubilación. Si en las residencias para mayores (en su mayoría privatizadas) ha venido ocurriendo durante estos meses atrás una auténtica tragedia por la falta de asistencia que se les prestó a los ancianos enfermos, con un balance de fallecimientos sobrecogedor, es de advertir en las sucursales bancarias lo que el comunicante de la localidad orensana de O Carballiño denuncia en ese breve escrito publicado en un diario gallego. La tecnología electrónica ha dejado a muchos de nuestro mayores fuera de juego y, en lugar de asistirlos como corresponde, la actitud de los trabajadores de las entidades bancarias suele responder a la que sus empresas tienen con ellos mismos: reducir cada vez más el número de sucursales y personal, a fin de que la cuenta de beneficios se incremente. Esa carencia de personal y sucursales repercute en la falta de atención a quienes requieren una asistencia personal y directa. Como dice el comunicante, desarropados de la más mínima amabilidad para quienes sacaron adelante este país en tiempos mucho más difíciles, las entidades bancarias solo sienten interés por los mayores en razón a las pensiones que perciben, síntoma evidente de la deshumanización que mueve a las finanzas bajo la órbita del neoliberalismo.

DdA, XVII/4761