viernes, 12 de febrero de 2021

LA OTRA FOTO DE COLÓN EN CATALUÑA



Félix Población

Ayer debatieron en La Sexta los candidatos de cada partido ante las próximas elecciones en Cataluña y lo hicieron dando una amarga lección de frívola y malsana incompetencia para el diálogo. Lamentable si se tiene en cuenta que estos comicios discurren mientras en los hospitales no dejan de fallecer centenares de catalanes. Si en una situación de tal gravedad sanitaria, cada cual va a los suyo en pugna con el más próximo para que no se lleve unos cuantos votos, las expectativas para una salida airosa a la cuestión catalana pareciera que, antes que mejorar, han empeorado.

En buena medida, la agresividad y superficialidad del debate aludido proviene de un grupo minoritario en Cataluña, Catalans per la independència, que no contando con el aval de las urnas se ha permitido el papel de aglutinar a los partidos secesionistas para que en ningún caso, sea cual sea la correlación de fuerzas resultante de estos importantes comicios, se pacte con el Partido Socialista. Todo porque el PSC ha contado a última hora con la candidatura del exministro, que ha hecho subir notablemente a esta formación política en las encuestas, hasta el punto de poder superar o igualarse con Esquerra Republicana.

Obviamente, con inteligencia política, don Salvador ha sabido aprovecharse de su papel de víctima -todos en su contra- y comparó ayer ese pacto con el que se selló en la Plaza de Colón de Madrid y de marcado carácter españolista por parte de la derecha y la extrema derecha, pues tanto la estrategia de Catalans per la independència como la de los promotores de la foto de Colón persigue la maldita división en dos bandos irreconciliables bajo la miserable consigna: cuanto peor, mejor. Con ello se le ha regalado al señor Illa el papel dialogante que tan bien está interpretando y que creo es el más aceptable y dará sus buenos resultados, máxime en las circunstancias sanitarias y socioeconómicas actuales. 

Se debe tratar de acabar por todos los medios con la inestabilidad política, la esterilidad legislativa y el deterioro institucional, escribe hoy Duran i Lleida en el diario La Vanguardia en un artículo contra el aventurismo. Aunque no sea santo de mi devoción, coincido esta vez plenamente con él en que hoy en Cataluña los electores más sensatos deben ser conscientes de que el problema fundamental allí no es la independencia, sino la incompetencia.

     DdA, XVII/4758     

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