viernes, 12 de febrero de 2021

EL PACTO DE GOBIERNO TERMINARÁ LA LEGISLATURA PORQUE NO HAY OTRA

  


Vicente Bernaldo de Quirós

El Gobierno de coalición progresista tiene muchos enemigos. No ya adversarios políticos o económicos, que sería lógico en una situación democrática, sino irreconciliables contrarios que harían todo lo posible y hasta lo imposible por hacerles descabalgar y por impedir que Unidas Podemos y PSOE sigan legislando en contra de los intereses de la minoría.

  Es importante matizar que el adversario a batir por esta innumerable caterva de enemigos es la coalición entre Izquierda Unidas y Podemos y, muy especialmente, Pablo Iglesias, al que la derecha de siempre le tiene una inquina digna de mejor suerte y que acapara el odio de tirios y troyanos. Que el PSOE gobierne, puede tener un pase, porque ya lo hizo más veces, aunque las experiencias de José Luis Rodríguez Zapatero, primero y de Pedro Sánchez tras la moción de censura hace n posible el lema de la española cuando odia, es que odia de verdad, pero juntos...pufff
   Lo cierto es que el año y poco después de que se diera el plácet parlamentario al Gobierno de coalición progresista, la cantidad de agraviados por la presencia de la izquierda radical en el Boletín Oficial del Estado alcanza límites insospechados, hasta el punto de que muchos de ellos se apelotonan ante la puerta de los juzgados y de las Cortes Generales para echarles una manita al cuello.
   Poderes financieros y económicos, multinacionales del dinero fácil, fondos buitre y de rentabilidad altísima, medios de comunicación para los que la libertad de expresión es sola la suya, militares sin graduación porque se han degradado moralmente, policías patrióticas, amigos de una monarquía cortesana y más de un pobre sin remisión que creen que pueden llegar al almanaque Ghota de la nobleza, peloteando a los poderosos, son algunos de los integrantes de la nómina de odiadores sin fronteras contra el llamado populismo.
   Pero no solo hay enemigos del Gobierno en el exterior de La Moncloa. Algunos también se sientan en el Consejo de Ministros y ya porque le tengan más lealtad a la ortodoxia económica que a su propio partido, o porque le corroen los celos patológicos al saber que no son ellos solos la verdadera izquierda de este país, lo cierto es que hay auténticos malabaristas de estar dentro y fuera a la vez y de la cuadratura del círculo.
   Son los mismos que a pesar de regirse por un programa de gobierno pactado entre las dos formaciones, echan balones fuera cada vez que hay que arrimarse al toro y aducen pretextos pueriles, el más socorrido es el de ahora no es el  momento, para tratar de  empañar la buena voluntad de las partes para pellizcar al partido contrario, a ver si se mosquea y se baja de la silla del Consejo de Ministros y nos deja sitio para nosotros solos.
   Una de las excusas perfectas para envenenar a la opinión pública y, por tanto, al compañero de Gobierno, es criticar que abran frentes de debate o que pongan en entredicho las instituciones que cimentan la democracia. Es posible que en ocasiones haya apresuramiento en la discusión de aspectos que no figuran en el pacto de Gobierno, pero no solo corresponde a la parte morada del Ejecutivo la responsabilidad de transgredir las normas. O es que la idea de extender el período de cotización para el cálculo de las pensiones salió de la asamblea de Vistalegre?  O es que cobertura a la huida del rey emérito fue fraguada en la sede de Izquierda Unida?.
   Voy a daros una mala noticia. A pesar de su escasa madurez y de ser el primer gobierno de coalición de la reciente historia democrática de España, el pacto progresista terminará la legislatura. Porque no le queda más remedio, ya que la alternativa es un casposo gobierno ultraderechista y también porque los tiempos del bipartidismo se fueron para siempre y aunque la ley electoral solo beneficia al más fuerte y no es proporcional pura, el pluralismo político se ha hecho fuerte y es un freno para las mayorías absolutas.
   Yo entiendo que para los voceros del turnismo político esta situación sea desagradable. Pero es lo que hay después de la degeneración de decisiones autoritarias y contra natura de los que detentaron el poder. Y esta realidad incontrovertible da para mucho más que para añorar tiempos pasados. Es la lucha de clases, compañeros y en ese ámbito, hay que bailar con la más fea.

       DdA, XVII/4757      

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