martes, 26 de enero de 2021

¿VIVIMOS EN LA ANOMIA?

Paco Faraldo

Uno de los efectos previsibles de la pandemia es la muerte del género de ficción científica, porque ver quien se atreve a inventar a partir de ahora algo que resulte increíble. Llegaremos a creernos que la nueva anormalidad es normal, pero después de lo vivido es difícil que se invente u ocurra algo que pueda asombrarnos. Igual nos cargamos también la poesía, y los poetas dejan de concurrir a los premios florales y al Adonais, pero esto apenas lo notará nadie. Creo que la palabra que mejor describe lo que está ocurriendo es “anomia”, que se define como “un estado de desorganización social o aislamiento del individuo como consecuencia de la falta o la incongruencia de las normas sociales”. Ahí cabe todo: las pláticas de Sánchez y Simón, el lío de las vacunas, lo que dijo el JEMAD en su despedida, los saludos con el codo, el asesinato de la peluquera por negarse a usar champú, el villancico de Teodoro, los diseños de las mascarillas, los botellones suicidas, el revival terraplanista, las colas del hambre. El caos confortable de nuestras cabezas.

+@Las ganancias durante la pandemia de las diez personas más ricas del mundo, que aumentaron su riqueza en medio billón de dólares, servirían para vacunar a todo el mundo. Página/12


DdA, XVII/4741

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