Somos muchos los que recordamos el secuestro, la tortura y el asesinato de la joven activista Yolanda González en 1982. Fueron aquellos años
muy duros de la Transición, después del intento de golpe de Estado
cívico-militar del que alguna vez sabremos la verdad. ETA no dejaba de matar y
la ultraderecha reaccionó con aquel vil atentado que dejó la imagen del cuerpo
roto de Yolanda en un descampado madrileño.
Estos días hemos sabido que después de
haber sido contratado durante un lustro por el Ministerio del Interior, entre
2006 y 2011, nada menos que para asesorar en cursos de especialización a la
Guardia Civil y a la Policía Nacional, el asesino de Yolanda prestará servicios
de perito judicial en el llamado “caso máster” que sienta en el banquillo a la
expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
La información ha sido
aportada por el abogado defensor de doña Cristina entre la documentación que
compete al caso. La especialidad de Emilio Hellín (hoy Luis Enrique), el que
fuera militante de Fuerza Nueva y fue condenado a 43 años de prisión por el
asesinato de la joven activista, es especialista en el rastreo de telefonía
móvil e informática forense, según desveló el diario El País.
Este sujeto estuvo lejos
de cumplir la pena impuesta, pues entre su huida a Paraguay -en donde coincidió
con uno de los asesinos de los abogados laboralistas de Atocha- y su buena
conducta cuando fue extraditado a España en los noventa, estuvo trece años entre rejas. Nacido en 1947, tiene en la actualidad 73 años y aun así se
mantiene en activo como perito judicial. A raíz de la
contratación de Emilio Hellín como perito en el caso de financiación ilegal del
PP de Valencia, hace tres años, los familiares y amigos de
Yolanda Gozález denunciaron la presencia de Hellín como perito ante los
tribunales.
DdA, XVII/4735
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