jueves, 21 de enero de 2021

ADIÓS A LUIS ARIAS CON UN ABRAZO TRICOLOR


Félix Población

Como a muchos de sus lectores y amigos, la muerte repentina del profesor y escritor Luis Arias nos ha sorprendido con el sentimiento de orfandad que siempre se hace notar cuando ocurre esto y quien nos deja es una persona a la que valorábamos humana e intelectualmente. 

Luis falleció ayer en la casa familiar en Llaniu (Lanio), concejo de Salas, a los 63 años de edad, con muchos de vida por delante para dar continuidad a su cuarto de siglo como asiduo columnista en los diarios de Asturias, género en el que sentía muy a gusto y del que queda constancia en su último libro, compendio de sus artículos. 

Republicano pertinaz y admirador de la obra de Manuel Azaña, Luis Arias nos dejó ensayos tan interesantes como Azaña o el sueño de la razón (1990), Buscando a Ortega desde dentro (2005) -fue un estudioso también de la obra del filósofo- y La reinvención del Quijote y la forja de la segunda República (2016), entre otros. 

Todos aquellos que en Asturias y fuera de ella tenemos un pensamiento y sentimiento progresista y republicano lamentamos no solo la muerte de Luis sino que los periódicos en los que colaboró regularmente a lo largo del ultimo cuarto de siglo (La Nueva España y El Comercio) eludan hacer constar el nombre del diario de la competencia en sus respectivos obituarios (no se puede quedar peor empatando en esa cicatería). No se lo merecía quien aprendió tolerancia, civismo y dignidad de su padre, el maestro y pedagogo Manuel Antonio Arias, admirador y fiel observante de la Institución Libre de Enseñanza. 

Quede como homenaje a ambos la fotografía en la que aparecen en la casa familiar el bebé Luis en brazos de su madre, observando sonriente y saludable a su progenitor, al que tanto quiso. La imagen la colgó el escritor hace unos pocos días en las redes sociales y da idea de una crianza feliz y provechosa en la que acaso quiso recrearse una tarde de nieve revisando su niñez, fechas antes del adiós que hoy le damos con un abrazo tricolor.


     DdA, XVII/4736    

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