viernes, 22 de enero de 2021

EL PSOE LE HA DADO EL ABRAZO DEL OSO A LA CORONA

 


Vicente Bernaldo de Quirós

Puedo llegar a entender esa obligación autoimpuesta por el PSOE para poder preservar a la Monarquía de todo peligro, dada la condición institucional de un partido de izquierdas que ha gobernado tantos años en España y que le ha caído la piel callejera que una fuerza socialista lleva en su identidad. Pero, a veces, el infierno está lleno de buenas intenciones y lo que parece ser una fórmula adecuada para aislar a la Corona de los peligros de la confrontación política, se derrite por todos los lados porque el contagio ya viene de casa y es endémico.
   La negativa de la mayoría socialista del Gobierno de investigar en sede parlamentaria los continuos chanchullos de Juan Carlos I es un error político de primera magnitud porque no se puede confundir la forma de Estado con un jubilado putero y corrupto y porque el personal ya no traga con ruedas de molino y sabe distinguir perfectamente a un rey de un impostor.
   La decisión de la mayoría del Gobierno que ha sumado sus votos a los de la derecha española ha contribuido a sumar al PSOE a la vieja carcundia, que está encantada de tener como aliados a los antiguos felipistas que le dan zascas un día si y otro también  a Pedro Sánchez por sus políticas progresistas y, para colmo solo favorece, en la izquierda. a Unidas Podemos.
   La ausencia de comisión de investigación sobre el monarca emérito alegra al PP porque, independientemente de su adhesión inquebrantable a la Corona todo lo que huela a corrupción forma parte de su modus operandi y también a Vox, que vive permanentemente en época de Felipe II como si se trata de la propia Elvira Roca Barea sumando argumentos contra la leyenda negra.
   Y deja en exclusiva el campo republicano para Unidas Podemos, a pesar de que muchos militantes socialistas creen que la bandera tricolor y otra forma de Estado casa más con sus intereses que la rojigualda y el tachunda tachunda de la Marcha Real.
   El PSOE ha metido en el mismo barco al rey padre y al rey hijo cuando podría haber acotado perfectamente los límites de la comisión para dejar incólume la figura de Felipe VI y centrar toda la atención en Juan Carlos I. Unidas Podemos se lo hubiera permitido y la izquierda en general saldría ganando porque marcaría distancias con la derecha ultramontana.
      Los socialistas del Congreso de los Diputados le han dado el abrazo del oso a la Monarquía y  resulta que casi le rompen el esternón a Felipe VI de tan fuerte como le protegieron, sin que se haya visto beneficio alguno para el entramado de La Zarzuela, porque en esta ocasión no les ha servido de parapeto el informe de los letrados de la Cámara, que no veían inconveniente en la citada comisión.
   También es verdad que la escasa empatía de Felipe VI para ayudar a salvar los muebles de su reinado contribuyen al cansancio de los españoles que descubrieron que el actual rey ni criticó abiertamente a su padre por las corruptelas generadas ni a los militares golpistas que le jalearon como cortocircuito contra el Gobierno. Y eso que tuvo dos oportunidades: en el mensaje de Nochebuena y en el discurso de la Pascua Militar.
   Hasta ahora el inquilino de La Zarzuela solo ha contentado con sus discursos a la derecha española, especialmente con su contundente proclama del 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum del procés. Poco bagaje para ser, o intentarlo al menos, el rey de todos los españoles.
   Por eso distanciarse del (supuesto, respetemos la presunción de inocencia) ladrón de su padre sería una buena manera de congraciarse con todos los españoles, incluso haber alentado la comisión de investigación sobre su padre, dejándolo al margen del asunto, con el pretexto de salvar a la Monarquía. No sé para qué tanto remilgo, si a Juan Carlos I lo van a imputar más temprano que tarde en Suiza o, a lo peor, aquí en España.

      DdA, XVII/4637      

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