Quien fuera miembro de la Unión Militar Democrática y presidente hoy del Foro Milicia y Democracia, Fernando Reinlein (1945), acaba de hacer unas declaraciones con relación a las barbaridades proclamadas por un grupúsculo de militares retirados e imbuidos de golpismo decimonónico, que por su lógica y sentido común debería repercutir en la Corona, pero que no tendrán, por desgracia, su plasmación pública en la voz de la Casa Real: "Vendría bien que el rey dijera que las Fuerzas Armadas están a las órdenes del Gobierno". Es lo que le toca en calidad de capitán general, como corresponde a su condición de Jefe del Estado y mando supremo, según la Constitución vigente y las reales ordenanzas para las Fuerzas Armadas. Si no lo hiciera, el pensamiento de los demócratas españoles podría añadir más suspicacias aún acerca de una institución que tiene graves incumplimientos de ese carácter en el pasado y que en el presente no ha dejado de ir en declive con las supuestas corruptelas del rey padre.
DdA, XVI/4688
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