sábado, 12 de diciembre de 2020

¿PROPICIÓ EL FISCAL LA REGULARIZACIÓN TRIBUTARIA DEL REY PADRE?

 


Alberto Alonso

Los medios de comunicación airean que el Fiscal comunicó al abogado del Borbón que se había abierto una investigación sobre los pagos realizados con tarjetas opacas por el huido y por su familia. Esta comunicación fue la que originó que, de prisa y corriendo, el defraudador Juan Carlos presentara una declaración para su regularización tributaria, que, tal como dispone el apartado 4 del artículo 305 del Código Penal impide que se persigan penalmente los hechos declarados cuando, entre otros supuestos, el Ministerio Fiscal realice actuaciones que permitan al defraudador “tener conocimiento formal de la iniciación de diligencias”.
El compadreo del Fiscal con el abogado del Borbón da pie a pensar que se quiso evitar que el defraudador fuera perseguido en vía penal, para lo que debía apresurarse a regularizar su situación tributaria. Ahora bien, independientemente de la consideración que merezca la actuación, cuando menos extraña, del Fiscal, ¿no puede entenderse que el emérito tuvo suficiente conocimiento de que se le estaba investigando?, ¿no basta con que el Fiscal le haya comunicado a su abogado que se había iniciado un procedimiento?, ¿va a librarse de la imputación penal porque se apure el concepto de “formal” hasta exigir una notificación llena de requisitos burocráticos que no afectan en absoluto al conocimiento de lo que estaba en trámite?, ¿no sabíamos todos, porque lo habían dicho los periódicos, la radio y la tele, que se había abierto una investigación sobre el caso?. Vamos a ver, si el Fiscal no se hubiera “chivado”, ¿habría presentado el defraudador su declaración?.
Tal como está este país, visto que no todos somos iguales ante la ley (¿nos hubiera llamado el Fiscal a alguno de nosotros?), es probable que se eche un capote para salvar al emérito, pero ¿y qué se hace con el Fiscal?, ¿no se va a castigar su “chivatazo”?

DdA, XVI/4698

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