domingo, 13 de diciembre de 2020

LOS DEMÓCRATAS, AL REY: MAJETAD, DESE POR ALUDIDO*

 

                                                                          Álvaro Noguera

Félix Población

Deberíamos suponer, a la alturas del siglo en que andamos y luego de más de cuatro décadas de régimen constitucional y democrático en las que no faltó un amago de golpe de Estado aún en penumbra, que el pensamiento del ex juez Baltasar Garzón con respecto a la mensajería electrónica propalada por un grupúsculo de ex militares y las cartas de otros grupos de ex miembros de las Fuerzas Armadas al rey lo comparten muchas otras personas de cierto renombre, vinculadas con el mundo de la cultura, la ciencia, la docencia, las artes, el periodismo, etc.

Sin embargo, al día de hoy, y después de haber sido este un país de manifiestos, sorprende que una carta abierta o similar al Jefe del Estado, tal como la redactada y publicada por el ex magistrado, no haya sido suscrita más que en solitario y no haya convocado las adhesiones de cuantos se sienten llamados a defender los valores democráticos ante declaraciones tan retrógradas y guerracivilistas como las que esos sujetos sustentaron en sus escritos.

Por asuntos menores se hicieron públicos otros manifiestos en el pasado, como es de recordar, pero nunca como ahora  en la historia de este país desde 1975 sería más necesario uno  ante la difusión de semejantes desatinos, propios del más negro fascismo y la más ominosa historia de Europa, merecedores por lo tanto de una mayoritaria y contundente repulsa.

Sería menester que el escrito de Garzón u otro en línea similar encontrase el debido respaldo a nombre de los que en el léxico de los manifiestos se llamaban "intelectuales y artistas" -en representación de los 26 millones de personas que les sobran a esos energúmenos,  antes de que Felipe VI llegue a casa por Navidad. Quizá así se sientan llamados quienes elaboren su discurso a dar una respuesta digna y en consonancia con el fajín de capital general que ostenta desde el verano de 2014, en calidad de jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

Eludirla o ventilarla sin la rotundidad debida -como me temo- sería acabar muy mal un muy mal año, que además de serlo para la Corona en la persona del rey padre, lo está siendo para tantos miles de ancianos que han fallecido por coronavirus en las residencias geriátricas sin las atenciones médicas debidas, después de haber vivido una niñez en guerra y una posguerra de miseria por gracia de quienes se levantaron contra el Gobierno legítimamente elegido y dijeron hacerlo por Dios y por España.

De la misiva abierta del ex juez a Felipe VI me quedo con este último párrafo, cuya lectura recomiendo especialmente al independentismo catalán más neciamente airado: “Tal vez un intento de golpe de Estado esté todavía lejos, pero hacia allá se avanza cuando sujetos como estos se permiten actuar con descaro antidemocrático contra un gobierno legítimo, más propio de los viejos tiempos en los que la democracia estaba ausente. Y, como acuden a usted, en sus manos está detener esta deriva fascista antes de que siga creciendo. Me cuento entre esos 26 millones de ciudadanas y ciudadanos que hemos sido amenazados y estamos esperando su pronunciamiento. Majestad, dese por aludido”.

*Artículo publicado hoy en La última hora

      DdA, XVI/4699      

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