Fulgencio Argüelles
¿Actuará la derecha conservadora a propósito de esta tan necesaria ley de eutanasia de la misma manera que lo hizo respecto a las leyes de divorcio, aborto o matrimonio de personas del mismo sexo, es decir, oponiéndose y rasgándose las vestiduras, pero haciendo uso de ellas cuando así lo requieren circunstancias personales? Es peligrosa la dinámica de lo falso, porque confunde y enturbia la convivencia. La hipocresía lo vuelve a uno insignificante, pequeño. La derecha se divorcia, la derecha homosexual se casa, la derecha que así lo decide aborta y la derecha echará mano de la ley de eutanasia cuando su dignidad personal lo exija. ¡Son tantas ya las leyes y normas a las que esa derecha rancia se ha opuesto para terminar después haciendo uso de ellas! Es la historia del mundo que se repite una y otra vez. Las caretas parecen cada vez de un material más resistente. “Todas las cosas son imposibles mientras lo parecen”, decía Concepción Arenal, nacida hace doscientos años. Un partido no es de centro, no es moderado porque lo repita una y otra vez. En el apoyo a todas estas leyes (que no obligan a nadie, pero ofrecen derechos esenciales) es donde debe demostrarse esa centralidad. Hay una derecha liberal que sí apoya estas leyes sin que le tiemble la voz, pero por desgracia es una derecha, en estos momentos, residual.
DdA, XVI/4705
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