martes, 3 de noviembre de 2020

GEORGE SOROS, CATALUÑA Y EL ARGUMENTARIO HISTÉRICO DE LA DERECHITA VALIENTE

 


Vicente Bernaldo de Quirós


   Algunos de los que escuchábamos la exposición de Santiago Abascal en la fracasada moción de censura de la ultraderecha y seguíamos con interés (hubo momentos de la intervención del líder de Vox sumamente divertidos) el argumentario del proponente, quedamos muy sorprendidos por la inclusión entre los numerosos enemigos de España que figuran en la nómina de nuestro facherío patrio a George Soros, el financiero de origen húngaro que causa tanta rabia en los patriotas españoles.
   No fui yo el único que reaccionó con sorpresa a la mención de Soros. También en sus intervenciones aludieron a la extrañeza de la alusión el propio presidente español, Pedro Sánchez y el líder del PP, Pablo Casado que se preguntó más o menos que coño pinta Soros en esta moción de censura.
   Lo cierto es que no se alude por primera vez en los cenáculos de la ultraderecha a las intromisiones de George Soros en la realidad política española. Muchos de los diarios digitales que beben en los orines del franquismo le acusan de facilitar el separatismo en Cataluña y hasta unos tipos de raigambre seminoble escribieron un libro abonando esta tesis.
   El argumentario histérico de nuestros patriotas más extremos es que George Soros financió con miles de millones de euros el proceso de separación de Cataluña de España, tesis ciertamente hilarante, aunque no tan esperpéntica como esa mascarada urdida por ciertos guardias civiles y algunos jueces de que Putin iba a mandar soldados para declarar Cataluña independente.
   No le tengo simpatía (ni tampoco antipatía) a George Soros, un especulador que se hizo multimillonario con operaciones bastante amorales en medio mundo, entre ellas la que le produjo más fama que fue provocar la quiebra del Banco de Inglaterra hace veinte años, de la que salió con la excelente propina de mil millones de dólares.
   Soros es un especulador financiero de primera magnitud, pero es improbable de toda improbabilidad que se moje el culo por la independencia de Cataluña, salvo que saque tajada del órdago secesionista, que todo el mundo sabe que esa vaca no da leche.
   Entiendo mal la obsesión de nuestra derechísima por George Soros, salvo que es el enemigo mortal de la Hungría profunda que encarna el populista Víctor Orban, extremista filonazi que ha ganado varias de las últimas elecciones en ese país. Orban forma parte de los íconos fascistas de nuestros franquistas de pelo en pecho, pero no tiene mucha congruencia que el odio que le profesa a Soros se lo contagie a Abascal y la derechita valiente.
   Otra razón, aunque hace tiempo que el antisemitismo de origen neonazi está demodé, es el origen judío de George Soros, si bien su condición de estadounidense le blanquea toda percepción semita que algunos hayan podido desarrollar.
   Estaremos atentos a la Sorosfobia que emana de nuestros rojigualdos más paletos, porque, claro, un tipo que enerva las pulsiones más extremas de Vox y los suyos es incompatible con el especulador que se lleva crudo el dinero mediante operaciones financieras de catadura moral indeseable, y que tanto gusta a los españoles de extrema derecha que llevan la corrupción en lo más íntimo de su ADN. Pero, en  fin... 

      DdA, XVI/4656     

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