jueves, 19 de noviembre de 2020

EL BORBÓN Y LA FORÇA EN EL CANUT


Lazarillo

A propósito de las confidencias que la amante más afamada del rey padre viene prodigando en los medios de información, a manera de glosario de intimidades y malas costumbres del rey emérito, hay una muy llamativa y propia de la decimonónica corte de los milagros valle-inclaniana: la que se refiere a la dieta de fármacos para mermar la libido del exmonarca y refrenar sus instintos de bajo vientre, según acabamos de leer en algunos medios. Alberto Alonso la ha glosado de esta guisa y este Lazarillo se limita a republicarla con el titular que corresponde:

"Hace un par de días que Corina, la querida del Borbón felón, dijo a los periodistas que al hoy emérito le daban pastillas “para quitarle la fuerza”, y lo primero que se me vino a la cabeza es eso de “salut y força en el canut”, que se suele aplicar a lo que dijo la Corina de las pastillas que le suministraban al impetuoso rey. Pues no, “la força en el canut” que piden los catalanes no se refiere al miembro viril sino a otra cosa, el canut era un tubo (por ejemplo de un “cañaveru”) en el que los campesinos guardaban las monedas, y força, en catalán, significa, además de fuerza, también “mucho”, o sea, que lo que se pedía era salud y mucho dinero. No estaría mal que al Borbón le hubieran suministrado pastillas no sólo contra su descontrolado apetito sexual, sino también contra su exagerada apetencia de “força en el canut”, o sea, de mucho dinero, pero me parece que lo de las pastillas, o es mentira que se las suministraba, o no surtieron efecto, y prueba de ello son los escandalosos amoríos de Juan Carlos y sus no menos escandalosos métodos para enriquecerse".

DdA, XVI/4673

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