viernes, 13 de noviembre de 2020

DUALIDAD DE INGRESOS EN LOS COLEGIOS CONCERTADOS

  


Vicente Bernaldo de Quirós

Fijaros si la enseñanza es importante en este país que, una vez acabada la guerra, el franquismo asesinó a miles de maestros y maestras republicanos por tratar de quitarles las telarañas de la ignorancia a millones de niños que las oligarquías tenían en el analfabetismo más absoluto. Y otros miles de enseñantes tuvieron que huir de España o refugiarse en el exilio interior, víctimas de las depuraciones de los golpistas.

   Y fijaros también hasta que punto los poderosos han pretendido detentar el monopolio educativo que en 1910, la jerarquía eclesiástica presionó a las autoridades militares para que fuera fusilado el pedagogo Francesc Ferrer y Guardia en Barcelona, solo porque trataba de compaginar enseñanza y laicismo y quería evitar el adoctrinamiento religioso y moral de los niños.
   La Iglesia y la derecha política coincidieron a lo largo de la historia de este país en blindar la educación para los más adinerados, con el fin de que se convirtieran, según transcurrían los años, en los herederos de la clase dirigente, mientras mostraban su posición favorable a que las clases trabajadoras no adquirieran conocimientos, puesto que el estudio restaba tiempo al trabajo esclavo infantil en las fábricas y en las minas.
   Siempre quisieron los ideólogos de las clases altas el monopolio del adoctrinamiento educativo y sigue siendo así, en estos días, en los que el Gobierno de coalición promulga una ley para la educación del siglo XXI, la más igualitaria posible y en la que la igualdad de oportunidades de los más desfavorecidos sea un elemento indispensable y derogar, de esta forma, el engendro legislativo que inspiró el que fuera ministro de Educación de Mariano Rajoy, Jose Ignacio Wert.
   Pero, claro, hay que ponerles palos en las ruedas y hablar de ataques a la libertad de los padres y toda una serie de tópicos que en materia de enseñanza se han repetido desde hace mucho tiempo con el objeto de mudar la igualdad de todos por una improbable meritocracia que no tiene en cuenta los recursos y las oportunidades de esos mismos todos.
   Luego hay anécdotas ideológicas como la de pasar de curso con suspensos, con la que los pedagogos conservadores se escandalizan sin tener en cuenta las posibilidades y las causas de los que no aprueban. Y máxime en estos tiempos de pandemia, donde los hogares vulnerables no tuvieron la misma equidad en el aprendizaje que las casas de las gentes con posibles.
   Para conservar sus privilegios educativos, los adalides de la enseñanza elitista son capaces de mentir sin rubor en cuestiones tan sensibles para los territorios que configuran este país con argumentos como la eliminación del castellano en las autonomías bilingües o la supresión del idioma de todos los españoles de los colegios de algunas zonas (no de todas, claro, porque en Galicia gobernamos los caciques y no nos vamos a pisar la manguera), aunque son tan fervientes admiradores de nuestra lengua que a sus hijos los educan en colegios ingleses, que es lo que da pedigrí a los aristócratas.
   Otra fake news de nuestros dueños de las pedagogías es la que sustenta que con las medidas que se incluyen para regular a la enseñanza concertada, se pretende acabar con ella y dejar el adoctrinamiento en exclusiva a los maestros de la pública. Desgraciadamente, la enseñanza concertada no va a desaparecer, ni mucho menos, con la ley Celaa (por el apellido de la ministra del ramo, Isabel Celaa). Insisto, desgraciadamente, este tipo de enseñanza que pretende separar a los españoles por categorías en función de sus colegios, continuará con la misma influencia.
   Lo que dice la ley, que pronto pasará por el Congreso de los Diputados, es que no se permitirá a las escuelas que segreguen niños por su sexo y su género, recibir las ayudas del Estado y tampoco está aprobado que cobren por las actividades extraescolares, como vienen haciendo hasta ahora.
   Es decir que, enunciados ideológicos propios del sistema más clasista y más sexista tienen que quedarse fuera de la escuela y cobrar por unas prácticas por las que los colegios concertados ya reciben una asignación es una dualidad de ingresos, lo que equivale a una forma de corrupción. Ahora bien, si los partidos más corruptos de nuestra España ven bien la corrupción en la escuela, es que algo huele a podrido en nuestras aulas. Y en nuestras mentes. 

     DdA, XVI/4666       

1 comentario:

Unknown dijo...

Texto claro y contundente, que muchos ya sabemos y compartimos, pero la propaganda de los "medios" del "régimen" impide publicitar.

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