Félix Población
Dejo a disposición del discreto lector una muestra del lenguaje que maneja el magistrado Manuel García Castellón para que el Tribunal Supremo impute al vicepresidente segundo del Gobierno, basándose en meras hipótesis que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional desautorizó hace tres semanas, cuando se le ordenó al citado juez que volviera a considerar a Pablo Iglesias como perjudicado en el llamado Caso Dina.
La petición de García Castellón ha coincidido curiosamente con la presentación ayer de una de las noticias que mayor trascendencia pueden tener en el año en curso para el futuro inmediato del país, marcado por la grave crisis sanitaria: la presentación de los planes de recuperación económica y sus efectos en los Presupuestos Generales del Estado.
La mayoría de los medios de comunicación, con la televisión pública estatal entre ellos, han considerado que las 62 páginas basadas en rumores del farragoso e inextricable auto del mencionado magistrado merecían abrir telediarios, tertulias y debates, en lugar de hacerlo con la información que más afecta al porvenir de la nación y de quienes la habitan.
Esto ocurre cuando es el partido de Pablo Iglesias el que más insiste en la renovación del caduco Consejo del Poder Judicial, cuando la monarquía está en sus horas más bajas -con el ex Jefe del Estado huido de España por presuntos delitos de corrupción- y cuando el caso Kitchen contra el anterior Gobierno pinta muy mal para el Partido Popular, que sigue perdiendo escaños en las encuestas.
Asegura Ignacio García Cuenca, que es quien ha tenido la heroica curiosidad de leer el escrito del juez García Castellón, que el fragmento elegido no es el único y que más de la misma toxicidad léxica y gramatical se puede comprobar a lo largo del texto. Comprobará el discreto lector, si lo lee en voz alta, el efecto de vahído vomitivo que comporta.
Todo parece indicar que también a España nos ha llegado una legislatura del "lawfare", importada de América Latina. Cuesta creer que ese escrito inextricable basado en meros rumores que la Audiencia Nacional desautorizó en su día pueda prosperar en el Supremo, pero la justicia en España -últimamente cuestionada por instituciones europeas y medios internacionales de comunicación de prestigio- es la que hay, y además cuenta con declaraciones tal elocuentes para sospechar de ella como la de la exportavoz del Partido Popular.
Cayetana Álvarez de Toledo dijo cuando fue defenestrada por el lidercillo Casado. “La justicia es el último dique de contención que tiene la democracia en este pacto de Sánchez con Podemos”. Están en ello los "patriotas", mientras el país sufre la peor pandemia en un siglo.
PS. Tribunal Superior de Justicia de Madrid anula las medidas restrictivas de movilidad adoptadas por el Gobierno en Madrid. Más lawfare.
DdA, XVI/4632
No hay comentarios:
Publicar un comentario