Félix Población
Ayer, mucho tiempo después de su vil asesinato en Granada, volvimos a leer esto en una calle de España. Lo previsible, con el retorno de la extrema derecha a las instituciones democráticas y su mefítica influencia en los partidos conservadores, es que los muros y paredes de nuestro país se sigan manchando con los vómitos rotulados de quienes se nutren de un odio tan rancio como tóxico. Repetiremos hasta la saciedad que el asesinato, la muerte en la cárcel y el exilio con muerte casi inmediata de tres de los más sobresalientes poetas españoles (García Lorca, gran dramaturgo también, Miguel Hernández y Antonio Machado) culminan el proceso de barbarie llevado a cabo por la represión franquista durante y después de la Guerra de España, de la que la extraordinaria obra literaria de esos tres autores será por los siglos de los siglos acusadora implacable.
Para replicar con la contundencia requerida a ese vómito de inquina rotulado en rojo en un muro de nuestro país, quizá convenga escuchar este poema, magníficamente recitado por sus autor, el dramaturgo, director y productor teatral argentino Pepe Cibrián Campoy (Véase). Pertenece al libreto Marica, que no sólo habla sobre la supuesta relación creada por la imaginación de su autor entre Federico y su asesino en las horas previas a su muerte, sino que habla de la "muerte" de todo aquel que a través de un pensamiento diferente fue castigado. Ser relegado. Ser asesinado en vida. Los personajes conviven en un vínculo de amor y odio mas allá del resultado final. La interpretación de Pepe Cibrián Campoy de los personaje de Federico García Lorca, del asesino, de su padre, de su madre y de Salvador Dalí hace de este unipersonal un espectáculo multipersonal ya que al encarar a todos estos personajes lo sumerge en el mundo de cada uno de ellos. Marica es un término despectivo que más allá de definir una condición sexual, humilla al hombre. Eso pretenden los asesinos. Pero al hombre no lo humilla una palabra. Al HOMBRE que enfrenta la vejación con dignidad, el insulto lo exalta, lo enaltece. Marica es un homenaje a uno de los más grandes dramaturgos de la lengua española. Marica es un homenaje al hombre y sus convicciones. Marica es un homenaje al HOMBRE.
Hasta la República Argentina pudo haber viajado Federico, invitado por la Compañía de Margarita Xirgu, en lugar de hacerlo a la tierra en donde nació y fue asesinado. No lograron matarlo. Su voz vivirá aquí y allá siempre, tan intensa, tan honda, tan querida. No la apagará nada, mientra la vida crezca y hable.
DdA, XVI/4644
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