Victorino García Calderón
Buenos días. Me llamo Victorino García Calderón, profesor de dibujo jubilado y fotógrafo aficionado, hijo de "Poto" (Andrés García Sánchez) ferroviario y miembro de UGT desde que le recuerdo hasta el fin de sus días.
Mi padre no nació en Retortillo (yo sí) pero vivió por y para ese municipio toda su honrada vida. Los dos aborrecimos desde el primer día los modos y maneras en los que la mafia berkeliana vendió la gran mentira de una supuesta explotación minera que hasta ahora no ha buscado más que cotizar en bolsa y que, no solo se ha llevado por delante la biodiversidad de la zona con casi 2000 encinas centenarias arrancadas y vendidas, sino también la poca ganadería que se asentaba en los terrenos que la mafia autralo-anglo-española ha comprado a base de dinero y engaños.
También ha destrozado la convivencia de Retortillo en la que mi padre depositó mucho más que esfuerzo a pesar de que los falangistas asesinaran al suyo cuando solo tenía 11 años de edad.
Berkeley se ha cargado (con ayuda del dichoso virus) el Balneario de Retortillo cuyos trabajadores, durante casi 160 años, han vivido y dependido del municipio que me vio nacer hace 67 y que parece que ahora ya no interesa ni su salud ni sus derechos al sindicato de mi padre.
Sería absolutamente incomprensible para Andrés que EL SINDICATO DE TODA SU VIDA por no sabemos qué "empleos de calidad" vendiera su alma al diablo asumiendo con puntos y comas el mismo discurso engañoso que Berkeley nos lanza cada día en los medios sin mencionar nunca la palabra Uranio, como si UGT tuviera acciones en una empresa que debió empezar a explotar y contaminar la zona de radiactividad de la SIEMPRE FUTURA MINA DE URANIO DE RETORTILLO en 2013, según su propio proyecto.
Pienso, sin lugar a duda alguna que si viviera mi padre se avergonzaría de vuestras declaraciones de apoyo a un proyecto del que se ve claramente que no tenéis ni idea de la realidad que ha vivido Retortillo durante este último decenio, en el que la supuesta minera ha cambiando concejales y alcaldes a su antojo, realizando obras ilegales, enviado anónimos con supuestas amenazas de muerte a un concejal que ha terminado siendo alcalde al servicio de la minera... y un sin fin de actuaciones mafiosas que un sindicato "llamado de clase" nunca debiera haber consentido ni callado cuando Berkeley tuvo mano sobre mano a unos 60 trabajadores de los que prescindió cuando ya no le quedaban coartadas para mantenerlos en plantilla haciendo como que trabajaban en algo.
Todas al actuaciones de Berkeley en estos años han tenido única y exclusivamente un fin: MANTENER LAS ACCIONES EN BOLSA. Desde remover tierras para construir carreteras ilegales hasta contratar maquinaria pesada para salir en los diarios de economía mundiales, hacer la fotografía oportuna y devolver dicha maquinaria. Eso pasó con la llamada "trituradora" cuyos titulares en la prensa salmantina pagados por Berkeley nos inundaron la vida cotidiana de aquellos días, o los enormes bulldozers que ya no están en Retortillo desde hace años.
Ahora, como contratar semejantes artilugios ya no les sale rentable, se dedican a engañar a los inversores utilizando fotografías de ese tipo de maquinaria de otras minas para mantener las cotizaciones en Bolsa, único ingreso de un señor que sigue prometiendo los miles de puestos de trabajo que vosotros cómo sindicato sois incapaces de verificar.
Todo un despropósito que UGT puede pagar muy caro.
Creo que queda suficientemente claro que algunos que no tenemos más afán que la zona se regenere por otras vías mucho más respetuosas con el medio ambiente como el Balneario bien administrado, la línea de ferrocarril de La Fregeneda y hacer que la zona sea un segundo Monfragüe y potenciar los recursos del bosque mediterráneo para siglos y no algo que duraría unos pocos años y que dejaría contaminada la zona para mil y un días.
Sin más, quedo absolutamente a vuestra disposición para aclarar, si fuera preciso, cualquier concepto que haya vertido en esta carta que publicaré en las redes sociales inmediatamente.
DdA, XVI/4644
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