El portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha utilizado un minuto y poco más de veinte segundos para glosar con precisión la moción de censura planteada por la extrema derecha en el Congreso de los Diputados y que obtuvo 298 votos en contra al término de los debates, en los que se ha perdido demasiado tiempo del que los representantes de la ciudadanía allí reunidos deberían emplear en tratar de resolver la grave crisis sanitaria y económica que se nos viene encima. Este Lazarillo nunca será nacionalista y diferirá siempre de los criterios que sustentan ese ideario y que siguen quienes lo son, pero creo que en esta ocasión el PNV ha hecho lo que le tocaba hacer al menos a aquellos partidos demócratas que vienen sufriendo las soflamas inadmisibles de Vox. Se hubiera gastando mucho menos tiempo del que tendríamos que estar empleando para lo verdaderamente importante. La única excepción a lo que digo correspondería al partido que, después de competir con la extrema derecha en desprópositos, ayer aprovechó la ocasión para marcar unas distancias en las que yo, personalmente, no puedo creer mientras se necesiten tanto como hasta ahora*.
*¿Alguien puede creer en esto con una presidenta la como la de la Comunidad de Madrid?
DdA, XVI/4647
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