martes, 1 de septiembre de 2020

NUNCA ALGUIEN MERECIÓ TANTO UNA MOCIÓN DE CENSURA COMO DÍAZ AYUSO


Félix Población
Este pasado fin de semana el Ministerio de Sanidad notificó en torno a 23.000 casos positivos del virus de la corona, según el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Una gran mayoría de esos diagnósticos, así como las defunciones registradas, tienen por escenario la Comunidad de Madrid, con casi una quinta parte del total de casos notificados. El aumento de pacientes en los hospitales por esta causa vuelve a preocupar. 
Sin embargo, no parece que este repunte evidente de la pandemia en la región sensibilice al Partido Socialista acerca de la posibilidad de plantear una moción de censura contra el gobierno de Díaz Ayuso. Ángel Gabilondo entiende que el momento se presta más a la aportación de alternativas que resuelvan los problemas derivados de la pandemia. Quizá entienda que sin la colaboración de Ciudadanos, sin cuyos votos la moción no saldría adelante, no tiene sentido plantearla. 
Otras voces en el PSOE de Madrid estiman, sin embargo, que esa opción cobra cada día más fuerza. Seguro que en su ánimo pesan, aparte de la mala gestión de la pandemia y un altísimo registro de fallecimientos en las residencias para mayores que condenará para siempre al gobierno responsable, las muchas necedades que la presidenta Ayuso suelta cada vez que habla. 
Un colectivo de sanitarios de Atención Primaria  ha decidido judicializar el abandono y maltrato que sufre ese sector en la región, después de que el consejero de Sanidad se negara a recibirles y atender sus reclamaciones por “la falta de personal, existencia de cupos falseados, proliferación de pacientes fantasma que no cuentan para la administración y listas de espera sin límite”, entre otras. Demandas para las que siempre se topan con la misma respuesta: La falta de presupuesto y la dificultad para cubrir las plazas vacantes. “Dos excusas”, a juicio del colectivo,  que se entienden por la brecha salarial del sector con respecto de otras comunidades autónomas así como de otros países europeos. 
Mientras, la presidenta pide disculpas al sector taurino por haber suspendido unas corridas en Alcalá de Henares que habían sido autorizadas a pesar del repunte de la pandemia, asegurando que siempre lo defenderá a capa y espada. Nunca antes, posiblemente, mereció un gobierno con tanta razón una moción de censura. Nunca antes, en la democracia española, haya habido quizá una gobernanta con tan nefasta trayectoria.

PS. De un momento a otro es de esperar la foto de la presidenta madrileña ataviada como Isabel la Católica, a imagen y semejanza de la que su asesor Rodríguez (condenado en los tribunales por faltón) hizo en su día con Aznar, reconvertido en todo un Cid Campeador sin el menor atisbo de vergüenza.

Artículo recomendado@: Hasta los cojones de la izquierda madrileña, por Quique Pienado en INFOLIBRE


       DdA, XVI/4599      

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