miércoles, 30 de septiembre de 2020

EL SILENCIO DE LA IGLESIA ANTE GRAN CONSUMO DE PORNOGRAFÍA ENTRE LOS NIÑOS*


Félix Población

Estos días atrás se ha dado a conocer en los medios de comunicación un informe de Save The Children según el cual el acceso a la pornografía por parte de los niños se sitúa a la edad de doce años y en las niñas a la de trece, gracias al teléfono móvil, con un nueve por ciento de casos en el que ese acceso se realiza incluso antes de los diez años.

Si se tiene en cuenta que a cualquiera de esas edades se está en periodo de formación mental, intelectual y sexual, las consecuencias de ese material pornográfico en el que con reincidencia se maneja un tratamiento de la sexualidad de carácter machista y violento contra la mujer, podrían ser muy graves para el devenir de esas jóvenes generaciones, como por otra parte ya se está haciendo notar de manera notable en las letras de cierto tipo de música de consumo habitual y masivo entre los adolescentes.

A esas edades se descubre la sexualidad y se conforma el deseo, por lo que deberíamos preocuparnos muy mucho de que el 82 por ciento de los chicos  hagan uso de la pornografía mientras que entre las chicas la cifra desciende hasta el 40, con carácter diario en el primer caso y semanal o mensualmente en el segundo. (Des) información sexual: pornografía y adolescencia).

A medida que tenemos conocimiento de estos datos y de su creciente incidencia en una franja de edad cada vez menor en una sociedad muy distinta a la que generó por la fuerza la dictadura, con un represión sexual más que rigurosa bajo la férula de la iglesia nacional-católica, echo de menos la prédica de nuestros respetables monseñores y clérigos en general, que tan activos se muestran cuando la política gubernamental no responde a sus intereses.

Si en aquel ominoso pasado de penitencias y confesionarios se mostró tan severo el clero con los llamados pecados de la carne y los pensamientos impuros -sobre todo en las tiernas edades de la niñez y adolescencia-, ¿por qué ahora la obispalía hispánica no muestra el mismo celo y pasa por alto informes de tanta gravedad como el de Save The Children

Echo de menos sobre todo en esta materia al arzobispo de la diócesis de San Sebastián (Donostia), que de seguro hubiera formado parte durante la dictadura de quienes nos aterraban con las llamas del infierno por caer en la abominable tentación del llamado pecado solitario, pues para este prelado la masturbación sigue siendo al día de hoy una agresión contra el propio cuerpo, según su literal expresión. Hay quien aduce, a modo de oportuna guasa, que para esto último es preciso portar anillo episcopal.

*Artículo escrito para La última hora.

     DdA, XVI/4624      

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