El autor de esta crítica cinematográfica escribió hace unos cuantos años El médico que no quería morir. Vida y muerte de Lodario Gavela Yáñez, una biografía novelada de quien fuera médico de los maquis en El Bierzo leonés. Además de trabajarse muy mucho la documentación correspondiente y de buscar el testimonio oral del vecindario de más edad en el Valle de Fornela, Alejandro Álvarez publicó y difundió pueblo a pueblo un libro de casi 800 páginas sobre el que en su día dije que se podría elaborar un magnífico guión cinematográfico para producir esa gran película que todos esperamos sobre la vida y lucha por la libertad de aquellos guerrilleros republicanos. Hasta ahora, como señala Alejandro a propósito del último film de R. Buren, el balance no es muy satisfactorio. Recuerdo a lo sumo dos películas: El corazón del bosque, de Gutiérrez Aragón, y Los días del pasado, de Mario Camus. El médico de los maquis podría ser la tercera, repito, por si alguien tiene a bien leer el libro y dispone de medios para llevarlo a la pantalla. En cualquier otro país en el que se valorase más la resistencia contra la dictadura se habría llevado a cabo un cine de mayor calidad, tanto sobre este tema como sobre la guerra incivil y la posguerra en general. - Lazarillo
Alejandro Álvarez
Cuando se anuncia un libro, una película o un
documental sobre los "maquis" en nuestro país, casi como impulsado
por un resorte automático, surge en mí un interés inmediato. El conocimiento
que he adquirido (no exhaustivo y seguramente escaso pero significativo, creo)
sobre el papel histórico de los que lucharon en los montes (y en zonas urbanas,
aunque menos) contra la dictadura fascista en España me impulsa a seguir
conociendo más sobre lo que los y las maquis han hecho contra la dictadura de
Franco, más aún si lo que se nos propone se presenta como el reflejo de las
repercusiones del maquis en las mujeres del entorno, un aspecto poco explorado
y menos aún dado a conocer. Quizá por eso, cuando se anunció la película
"Maquis", de R. Buren, me arrellané en el sofá (sin palomitas),
conecté con la plataforma en la que se exhibían y pensé que era la peli
propicia para una tarde de sábado lluviosa en la heroica ciudad de Vetusta.
A
los 10 minutos, expectante, me preguntaba a dónde nos quería llevar Rubén
Buren; a los 20 minutos ya estaba casi convencido de que todas esas piruetas
formales con las que parecía querer sorprender al espectador eran incapaces de
tapar la falta de un guión respetable y de una interpretación creíble. Más aún,
comencé a sentir que esa búsqueda obsesiva de elementos formales llamativos no
llenaba la vacuidad de la película y su falta de rigor histórico. ¿En cuántas
zonas, me preguntaba, habrá estado el director y autor del guión para
documentarse sobre el papel de las mujeres maquis en la guerrilla (que las
hubo) o a cuántas mujeres que sufrieron la represión porque sus maridos, novios
o hijos estaban en la guerrilla habrá entrevistado para presentarnos esa imagen
del papel de las mujeres en el maquis o del sufrimiento de otras mujeres por
causa de los maquis.
Pensaba ya a esa altura en las mujeres "reales"
de las que tengo noticia que sufrieron, fueron rapadas, torturadas,
"purgadas" con aceite de ricino, humilladas, perseguidas,.. y tenían
poco, muy poco que ver con las que aparecen en esa película. Por eso y por
otras razones, como la falta de credibilidad de los personajes derivada de una
floja interpretación -o de una pésima dirección-, la pretenciosidad formal que
esconde vacuidad en la historia o la poca coherencia narrativa, cuando llegué a
los tres cuartos del metraje, casi me impuse dejar de verla porque la
deshistorización que se nota en la película me estaba ofendiendo.
En resumen,
con perdón, me parece que desvirtúa, deforma y, para más inri, es pretenciosa
formalmente. Carece, en resumen, de los elementos clave para ser considerada una
película recomendable: a saber, una buena historia -buen guion- y una
interpretación -dirección- que la haga creíble. Quedan muchas películas buenas
(hay grandes historias) por hacer sobre los y las maquis. Esta no me lo parece.
DdA, XVI/4597
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