miércoles, 12 de agosto de 2020

BANDERAS YANQUIS EN HONG-KONG


Vicente Bernaldo de Quirós

   Siempre me intrigó la razón por la que los opositores en Hong-Kong enarbolan banderitas de Estados Unidos cuando salen a la calle para expresar su descontento con las medidas de la gobernadora, próxima ideológicamente a Pekín. Es más, en muchas ocasiones les comenté a personas de mi entorno que los hongkoneses parecían un tanto ingenuos ondeando las enseñas de las barras y las estrellas, dando a entender quienes eran sus padrinos ideológicos.
   He buscado en los diferentes periódicos de papel de los últimos meses las posibles causas de esta simpatía yanqui de la oposición de Hong-Kong, pero como nuestros medios de comunicación hablan de oídas y siempre están a rebufo de lo que dicen las grandes corporaciones de EEUU, no me pude enterar de gran cosa, aparte de que los chinos son mala gente y quieren quedarse con todo lo nuestro.
   Ha tenido que ser un bimensual suizo 'Horizons et debats', editado en Zurich y, por tanto poco sospechoso de connivencia con el Partico Comunista de China, quien explica el origen de las protestas y de estas  manifestaciones con banderitas yanquies incluidas.
   Por lo que dice el quincenal suizo, el protocolo firmado por China y Reino Unido cuando Margaret Tatcher entregó Hong Kong a los pérfidos comunistas, incluía que la antigua colonia británica sería durante un porrón de años una especie de protectorado financiero en el que las grandes empresas tendrían una especie de limbo para hacer los negocios más oscuros que quisieran.
   Lo que ocurre es que a los poderosos cuando se les da cancha no tienen sosiego y pese a la protección económica cometieron una serie de delitos financieros que han llevado a colmar la paciencia de las autoridades chinas y plantearon, lo que es el origen de las protestas, una ley que facilitaba la extradición a China de los corruptos.
   Y ahí fue cuando la armaron. la oposición financiera de la ex colonia no ponía pegas a que se extraditara a los ladronzuelos de poca monta o a los asesinos convictos y confesos. Pero, ojo, nada de tocar a los delincuentes de cuello blanco porque a su juicio era una especie de ruptura del status quo de Hong-Kong.
   En este contexto es cuando empezaron las movilizaciones antichinas, aunque la verdad es que el Gobierno de Pekín había dejado mucha manga ancha a las autoridades policiales de la isla. Con Trump en la presidencia de los USA, los halcones del Pentágono vieron abierta una ventana a la erosión de la situación en Hong-Kong. Y ahí siguen.
   La norma extradictoria fue derogada por la gobernadora hongkonesa antes incluso de su puesta en vigor, pero nada calmó a los alborotadores profesionales que buscan víctimas mortales entre sus seguidores para poner contra las cuerdas a Pekín. Por el momento, la situación es tensa, pero China controla el tiempo de las movilizaciones.
   Todo esto me gustaría saberlo por nuestros periódicos, pero andan todos un poco confusos con la huida del Rey la ofensiva contra Podemos encabezada por un juez del PP y, claro, así no hay forma de separar el grano de la paja.
   Me gustaría que, como en la práctica totalidad de los países europeos, tengamos una información lo más honesta posible sobe Hong-Kong que, aunque lejos, forma parte de una zona de gran influencia sobre nuestra economía. Pero ya sabemos a lo que están nuestros medios de comunicación., Hago mía la exigencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en 2004, cuando el PP quiso engañar los días previos a las elecciones a nuestros compatriotas. y la asumo con paráfrasis incluida: necesitamos periódicos que no nos mientan.  

   DdA, XVI/4582   

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