sábado, 25 de julio de 2020

NEFASTA TPA


Lazarillo

Verano tras verano, desde que voy a Asturias y en esa región existe una televisión regional bajo las siglas RTPA, puedo comprobar con desolación hasta qué punto un medio de comunicación  -me refiero muy en concreto a la televisión, pues de la radio apenas tengo conocimiento- puede estar de más en el presupuesto de un gobierno regional. Si yo fuera un contribuyente con residencia fiscal en Asturias, me avergonzaría de que mis impuestos  sirviera para el mantenimiento de un canal de televisión, gestionado por el Ente Público de Comunicación del Principado de Asturias RTPA, tal como está concebida y realizada la programación de su televisión. Es tan deplorable que costaría imaginar algo así cuando esa sociedad anónima de titularidad pública se puso en marcha hace quince años. Por entonces albergaba este Lazarillo la esperanza de que la empresa fuera tan poco consistente en sus inicios por ser los propios de toda iniciativa a falta de cuajar, pero año tras año vengo comprobando que la mediocridad y hasta la chabacanería -con un asturianismo frecuentemente rancio y palurdo-  salpica buena parte de la programación, con unos servicios informativos sumamente tediosos, como si a los profesionales de la casa les atenazara un acomodamiento rutinario sin expectativas de superación. Cualquiera de los pocos espacios que merecen destacarse entre tan plana programación -contados en cualquier caso-, debería hacer ver a la dirección de TPA que más le valiera a esa televisión reducir su horario de emisiones que ofrecer buena parte de las mismas, si es que no hay capacidad profesional de iniciativa y gestión para ofrecer algo más digno.

PS. Es sobradamente conocido que en la TPA no se ofrece ningún tipo de debate político o social, como si se tratara de una televisión propia del viejo régimen. Me pregunto si, además de esa, rigen en esa empresa otras costumbres de entonces.


      DdA, XVI/4564      

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