Lazarillo
Como estas dos fotografías enuncian de muy distinto modo el tratamiento que merece la arboleda en dos puntos geográficamente distantes, este Lazarillo no tiene más remedio que dedicarles a una y otra algunas observaciones. La primera imagen, localizada en Asturias, refleja el arreglo de un camino rural que bien podría haber acabado con la tala del árbol que da sombras a las vacas que se aprecian al fondo. No podría asegurar de qué árbol se trata pero su tronco rasante con la tierra lo hace muy singular. Muy posiblemente en Rumanía, el país en el que fue hecha la segunda fotografía, ese árbol rasante de Asturias no hubiera tenido igual suerte, habida cuenta el tajo que le han propinado al que se yergue con toda su verticalidad al lado del bordillo de una calzada. Duele comprobar el desprecio a la naturaleza que comporta tamaño dislate en una obra que se supone pública. Solo con una sensibilidad como la que denotan quienes actuaron del modo que lo hicieron en la primera imagen se puede ser optimista y creer que la respiración del planeta puede ser reparada. Lo que refleja la segunda es en cierto modo el punto al que hemos llegado. Se podría argüir que al menos no cortaron el árbol, pero me temo no sirve de consuelo. Dejar su vida a merced de un viento fuerte podría ser mucho peor.
DdA, XVI/4565
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