lunes, 27 de julio de 2020

CUANDO JESÚS QUINTERO CRITICÓ LA INDECENCIA EN LOS MEDIOS


Félix Población

Hace tantos años como los que tengo de profesión conocí a Jesús Quintero cuando era productor de la cantante Soledad Bravoantes incluso o casi al tiempo de que tuviera un excelente programa en Radio Nacional de España (Radio 1). Por esos años también era productor del inolvidable Paco de Lucía, a quien siempre recordaré con afecto y admiración.

Creo recordar que el programa de Quintero se llamaba Estudio 15-18, en razón al horario y duración de la emisión. Daría algo por escuchar hoy en día alguna de aquellas emisiones, a modo de  gran ejemplo de lo que entonces se podría llamar -o quizá se llamó- radio de autor, caracterizada por la impronta personal y profesional de quien lo dirigía y daba voz.

A partir de 1980 y durante algo más de dos años, Jesús pasó a ocupar con El loco de la colina la primera emisión de media noche de esa misma emisora, un programa hasta ahora insuperable que aportó una intimidad coloquial única en la radio española, con la incorporación del silencio como expresión explícita ante el micrófono. 

De Radio Nacional El loco se fue a la SER, hasta 1986, incrementando la audiencia hasta el punto de equipararse con las que entonces tenían los más afamados comunicadores del país. Todavía presentó Quintero en Onda Cero en 1990 El Lobo estepario, pero a partir de 1988 añadió al micrófono el foco de las cámaras de televisión, con una presencia telegénica igualmente muy personal -apoyada en su cálida y persuasiva voz- en distintos canales y con diversos programas, manteniendo siempre las características propias de sus comienzos y su peculiar modelo de entrevistas a fondo. 

El fragmento del programa que ilustra este artículo pertenece al programa Los ratones coloraos, emitido por Canal Sur. La última hora ha tenido el acierto de hacer buen uso de la videoteca para que quienes lo vean y escuchen reparen en la vigencia del mensaje emitido por Jesús Quintero en 2009, cuando nadie aventuraba el necesario nacimiento de Podemos y los líderes de ese partido no sufrían por lo tanto el pertinaz acoso mendaz y miserable de una mayoría de los medios de comunicación.

Nadie ha logrado sustituir o reemplazar en la radio o en la televisión de este país lo que Jesús Quintero representó durante su trayectoria profesional, por eso el valor de sus palabras sigue teniendo una merecida transcedencia, máxime cuando lo que critica está a la orden del día contra el partido morado y sus líderes: "¿Te imaginas que, con la fuerza que da la televisión -expone Jesús-, yo te señalara desde aquí con mi dedo acusador y gritara a la audiencia "¡a por ella!", "¡a por él"? ¿No sería indecente, canalla, inmoral, un abuso de poder?". Lo está siendo, con una masiva siembra de odio por parte de la derecha reaccionaria como nunca se ha prodigado en la historia de las últimas cuatro décadas, con sus consiguientes efectos de desgaste en la democracia española, cuya integridad tanto depende de los medios de comunicación.


DdA, XVI/4566

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