Félix Población
Un ciudadano de color, detenido por la policía en la ciudad
de Minneapolis, es asfixiado hasta la muerte. Lo hemos podido ver –quienes hayan podido resistir la violencia de las imágenes- en todos los telediario del mundo.
Contando con la crudeza del episodio, es hasta cierto punto comprensible que se estén produciendo en Estados
Unidos una serie de disturbios, en los que como telón de fondo también debemos
considerar la gran incidencia mortal de la pandemia de la COVID 19 entre la
población más pobre del país. Muchos de los miles de muertos que la enfermedad
está causando, con ese gran cementerio de víctimas anónimas en la isla neoyorkina
de Hart, son y están siendo ciudadanos afroamericanos.
Como al frente de aquella poderosa república está un presidente al que hasta sus próximos excolaboradores han
considerado un aténtico peligro público, su reacción ante el conflicto que se
vive en las calles deja aún más tocada la personalidad de este sujeto, por si no lo estuviera ya bastante.
Si una marquesa portavoz de un partido político en España acaba
de inventar el peculiar concepto del antifranquismo antidemocrático, Trump en Estados
Unidos acaba de advertir/amenazar, en respuesta a los disturbios, con la
inclusión de las organizaciones antifascistas en la lista negra de las
organizaciones terroristas. Se supone, por lo tanto, que todos aquellos
ciudadanos que condenen el fascismo explícitamente y luchen y se manifiesten cuando sea menester
contra quienes quieran imponer una ideología antidemocrática o procedan como el policía de Minneápolis matando por asfixia a un conciudadano de color, pueden ser a
partir de un cierto momento terroristas. Si los antifascistas pueden ser terroristas, según Trump, ¿qué cosa serán entonces los fascistas?
Solamente en las urnas se puede combatir democráticamente al fascismo, siempre que existan las urnas, o sea en democracia, pero si las urnas han sido eliminadas a sangre y fuego, como ocurrió con la dictadura franquista, y se persiguió a muerte a los demócratas, ¿qué significa ese oxímoron de mierda del antifranquismo antidemocrático al que ha recurrido la marquesa portavoz del Partido Popular para llamar al terrorismo, bajo el asesoramiento de Aznarín, para quien esa señora representa acaso la posibilidad de su retorno salvífico?*
*Esto último parece problemático porque en los mentideros próximos al PP se baraja la posibilidad de que doña Cayetana se vaya del partido. Según el diario El Mundo, ya ha estado a punto de hacerlo varias veces y puede que haya una tercera y definitiva.
Solamente en las urnas se puede combatir democráticamente al fascismo, siempre que existan las urnas, o sea en democracia, pero si las urnas han sido eliminadas a sangre y fuego, como ocurrió con la dictadura franquista, y se persiguió a muerte a los demócratas, ¿qué significa ese oxímoron de mierda del antifranquismo antidemocrático al que ha recurrido la marquesa portavoz del Partido Popular para llamar al terrorismo, bajo el asesoramiento de Aznarín, para quien esa señora representa acaso la posibilidad de su retorno salvífico?*
*Esto último parece problemático porque en los mentideros próximos al PP se baraja la posibilidad de que doña Cayetana se vaya del partido. Según el diario El Mundo, ya ha estado a punto de hacerlo varias veces y puede que haya una tercera y definitiva.
LA PORTADA DE HEMEROTECA
QUE NO FUE PERO PODRÍA SER
QUE NO FUE PERO PODRÍA SER
Léase: Antifascismo, el nuevo enemigo interno de Donald Trump, Antonio Maestre
DdA, XVI/4515
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