jueves, 4 de junio de 2020

MAROTO PORTANDO GRITOS


Félix Población

En los tiempos que corren, semejantes en cuanto al trasfondo de tragedia a los que siguieron a la masacre terrorista del 11 M, no solo tenemos a una derecha amotinada como entonces -presa de un delirio de conspiranoia-, sino a una derecha acomplejada por la extrema derecha, a la que en ocasiones trata incluso de superar, como ocurrió el pasado martes en el Senado. 


Cuando el ambiente de crispación es tal como el que pretenden esos dos partidos, con la colaboración siempre posible de Ciudadanos, el papel de los fotógrafos suele ser fundamental para la historia del parlamentarismo. En esta ocasión ha sido F. Rubio, de Europa Press, quien dejó constancia de lo que puede deparar una verdad tan obvia como la expresada por Eduardo Fernández Rubiño, de Más Madrid, cuando recordó que la entrada de la extrema derecha en el Parlamento de Andalucía consiguió nada menos que la felicitación del líder del Ku Klux Klan. 

Añadió Rubiño que si el gobierno de aquella comunidad autónoma, como el de otras comunidades y ayuntamientos en España, está en manos de la derecha es porque la derecha de este país gustó de llegar a acuerdos con un partido digno de ser felicitado por una organización fascista por evidente afinidad ideológica. Como resultado de esa exposición, el portavoz Maroto y algunos de sus camaradas dejaron para la posteridad las imágenes que mejor representan al Partido Popular de nuestros días y que Rubio ha sabido captar con precisión. 

Ayer, la portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso,  Sofía Castañón, dijo en Radio Nacional que luchar contra el fascismo no es aumentar la crispación, pero si se considera que el grado de crispación al que hemos llegado corre exclusivamente de parte de quienes no han sabido -otra vez- encajar una derrota democrática, no hay otra que enfrentarse a sus dislates, que están superando aquellos que propaló ese mismo partido durante el primer gobierno de Rodríguez Zapatero. 

Sí acierta Castañón, desde luego, en que no debe el actual gobierno distraerse con el ruido que propala desaforadamente la oposición y seguir centrado en los asuntos que responden a las necesidades de la ciudadanía, como el ingreso mínimo vital, cuya sola e inmediata aprobación marca la diferencia entre lo que tenemos y lo que tuvimos con don Mariano.

Tengo la sensación de que a mayor temple y serenidad del gobierno vigente -como conviene al caso-, más repetidas van a ser las imágenes que nos muestran a una derecha a punto de salirse de los quicios democráticos y en actitudes tan grotescamente histriónicas como la de Maroto hecho un portagrito.


Léase@ Bajar al barro siempre es un error, según el historiador Julián Casanova
     DdA, XVI/4518    

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