Fernando de Silva
46 años
continuados de ejercicio profesional de la abogacía, con experiencia en asuntos
penales, me permiten concederme algunas licencias sobre la instrucción de
algunas causas, su grado de politización, y el alcance de los informes de
“expertos” para fundamentar en derecho las resoluciones que se dicten.
Ciertamente los jueces no tienen en muchos casos la libertad de escoger quién
debe de asesorarles, por motivos de presupuesto; pero deben de ser conscientes
de la relevancia y alcance que pueden tener algunos informes, en razón de quién
los emita. Y si se dejan llevar por ellos a sabiendas de que no son expertos en
la materia, no deben de molestarse ante las críticas por su actuar, si reciben
acusaciones de excesivo protagonismo o de politizar innecesariamente las causas
penales.
A examen
se encuentra la jueza de la causa del 8M, Carmen Rodríguez Medel. No pongo en
duda su profesionalidad y la fama que tiene de ser muy exhaustiva y
aparentemente no casarse con nadie, pero le gustan en exceso los focos, dentro
de su más que fingida discreción, y ya se lo han echado en cara la Fiscalía y
la Abogacía del Estado, que piden el archivo de la causa contra el Delegado del
Gobierno en Madrid y denuncian públicamente que se está excediendo en sus
funciones.
Pero la
propia jueza, si es lo suficientemente inteligente, sabe que la causa abierta
se quedará en nada, porque de muy poco valen los informes de “expertos a
posteriori” a los que acude para fundamentar sus acusaciones, de muy escaso
valor como prueba pericial. Me estoy refiriendo al Forense y a la Guardia
Civil.
Con el
máximo respeto a los forenses, sus conocimientos son asimilables a los de los
médicos de medicina general, que saben un poco de todo, y no son especialistas
en nada concreto, salvo en hacer autopsias, que no es el caso. Parece evidente
que un forense no es competente para emitir una pericia sobre el alcance de la
manifestación de 8M, y sobre si esta podía haber sido prohibida o no. Puede
opinar a titulo personal, como cualquier otro ciudadano, pero nada más; y
resulta perverso que lo haga a posteriori, tras conocer los efectos y
consecuencias de la pandemia, cuando fueron absolutamente inesperadas hasta
para los expertos.
Lo mismo
podemos decir de la Guardia Civil, cuya preparación está encaminada a
investigar y perseguir delitos comunes, pero carecen de conocimientos para
analizar si debe o no autorizarse una manifestación en razón a las posibles
consecuencias de una pandemia cuyos efectos eran aún desconocidos el 8M. Sus
informes son chapuceros en su contenido, erróneos en muchos de los datos que
incluyen y malintencionados por sus fuentes de información, ya que se limitan a
la analizar opiniones de prensa de los medios más reaccionarios de este país, o
a usar de forma tergiversada una frase “off the record” de la Ministra Irene
Montero.
Si aún
así pretende continuar, como parece, la instrucción de la causa basándose en
tales informes demostrará ignorancia o malicia y hará un flaco a la justicia.
Esto no funciona así.
Pues
bien hace unas horas, y con inusitada rapidez, impropia del ritmo judicial
habitual, ha decidido desestimar las peticiones de archivo y continuar la
tramitación de la causa, en base precisamente al Informe del forense,
introduciendo un nefasto precedente y una manifiesta inseguridad jurídica con
su peculiar interpretación de lo que es una prevaricación. Pero afortunadamente
nuestra justicia es muy garantista, y al final todo quedará en nada. Tiempo al
tiempo; aunque ya se está haciendo daño innecesario.
DdA, XVI/4523
2 comentarios:
Es obvio que según los informes de la Guardia Civil, o mejor dicho de una capitán y un teniente de la Guardia Civil y del forense ultracatólico, esto no tiene ni pies ni cabeza y que en sede judicial cualquier leguleyo pude desmontas fácilmente. Lo que aquí importa es el ruido de fondo para desgastar al Gobierno. No espera unos meses calentitos judicialmente hablando.
Aquí escribí algo al respecto:
https://badajozylaguerraincivil.blogspot.com/2020/06/la-justicia-contra-el-gobierno-de.html
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Gracias Tony, te leo. Un saludo cordial.
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