martes, 9 de junio de 2020

DEL 11M AL 8M: LA CONSPIRANOIA Y LA FAES



Félix Población

Trabajan en la calle Génova de Madrid como si la sala de pensar estuviera en la FAES aznariega, sin reparar que allí hace mucho que se fundieron los plomos de la vergüenza, concretamente más de tres lustros, cuando se tejió la conspiranoia del 11 de marzo de 2004 que debió acabar con la presencia de su máximo responsable en la vida política y social española. Otro con un mínimo de dignidad hubiera desparecido de la escena patria. 

Lo mismo pudo hacer y no hizo el director del medio y hasta el propio medio que escribieron el meollo del libreto de aquel esperpento, el diario El Mundo. No fue así, y tanto aquella política como aquel periodismo mantienen abiertos sus canales de lodo, de los que se abastecen mutuamente. Del 11M hemos pasado al 8M, con el escenario de fondo en ambos casos de una gran tragedia (ocurrida en una y por ocurrir en otro), de la que el Partido Popular de ahora se está sirviendo con similar metodología. 

Alguien pudo haber escuchado en Génova que, caducada por un tiempo la cuestión catalana y la unidad de España con la que se pensaba desestabilizar al Gobierno de coalición, la sobrevenida y brutal crisis sanitaria -en lugar de ser motivo para un trabajo en común con tal de hacerle frente-,  era un asunto pintiparado para atacar al Gobierno con más efectividad. Y así fue y está siendo, sin reparar en que hasta su admirado Guaidó en Venezuela está colaborando con su odiado Maduro para hacer frente a la pandemia (23 fallecidos). 

Aquí tenemos a la derecha extremada y a la extrema derecha duplicando la conspiranoia con la manifestación del 8M, que ni consideración merecería en un país con una oposición mínimamente decente, como tampoco se hubiera montado -en este caso por parte de un Gobierno primero y una oposición después a lo largo de toda una legislatura- la conspiranoia 11M. 

Si aquello ocurrió y se está volviendo a repetir ahora es porque al frente del Partido Popular no está quien nominalmente ocupa su presidencia sin el más mínimo atisbo de liderazgo, sino quien preside la Fundación de Análisis y Estudios Sociales y marcó el precedente de la política de oposición más bochornosa que hemos tenido en este país y estamos volviendo a tener. En ambos casos después de perder unas elecciones, como si la derrota en las urnas no formara parte del ADN de esa derecha. Quizá por desprecio a las urnas.

PS. "Mientras llenamos debates, telediarios, tertulias y portadas con una causa penal extraterrestre sobre el 8M, han logrado durante semanas dejar en la oscuridad el mayor horror humano de esta pandemia: los miles de muertes registrados en las residencias de ancianos". Jesús Maraña.


        DdA, XVI/4523      

No hay comentarios:

Publicar un comentario