domingo, 28 de junio de 2020

EL TURISMO, UN SECTOR TERCIARIO MUY PRECARIO


Vicente Bernaldo de Quirós

Menudo carajal que le han montado al ministro de Consumo, Alberto Garzón, los responsables del turismo patrio por decir alto y claro que se trata de un sector estratégico, pero muy precarizado. Y resulta que el dirigente comunista, que no es epidemiólogo, pero sí un economista muy poco afin a las tesis de Milton Friedman, tiene toda la razón en lo que manifestó, si tenemos en cuenta la realidad de todos los ámbitos que lo conforman.
   Y claro que es verdad que el turismo es un factor muy influyente en el desarrollo del Producto Interior Bruto (PIB) de España, como se lamentaban los dirigentes del sector, tras las declaraciones de Garzón, pero, claro, con enormes desequilibrios entre quienes mandaban y quienes obedecían a los jefes. Es decir, que había más Producto para el empresario y mas Bruto para el trabajador.
    En el reparto de los papeles que la Unión Europea ha decidido para los países del sur del continente, el turismo y el ocio han sido los agraciados para que prosperen sus economías, después de que la industria y el sector primario se hayan quedado descolgadas en nuestros lares.
   El sol, obviamente, ha influido notoriamente en esta distribución, para que los blanquecinos visitantes con posibles de toda Europa puedan gozar de sus vacaciones. Calor y playa combinados con sangría a raudales para que los alemanes de todo tipo y condición puedan saciarse de alcohol hasta llegar a gatas a sus hoteles , e incluso, saltar desde el balcón , mientras que lugareños cetrinos de buena presencia y culo prieto disfrutan en las discotecas de bailes más o menos morbosos para ponerles las tetas duras a las holandesas cincuentonas. Eso es, en líneas generales, el esquema del turista en España. mucha comida y bebida, siesta a tutiplén, menos pinacotecas que bakalao y salsa, pero que conforman un modelo de turismo que le viene bien al sector.
   En esta regla de tres, falta una norma básica, que es la de que los trabajadores estén bien pagados y en condiciones contractuales propias de un estado democrático. Algunos curritos están a media jornada (doce horas, como sugería con desparpajo Antonio Recio, el pescadero de 'La que se avecina'), aunque se traguen la jornada entera y con menos horas cotizadas a la Seguridad Social de las que se apuntan en la barra de hielo del dueño del negocio.
   Ya nadie parece que se acuerde de las kellys, el célebre acrónimo de las que limpian, que se tienen que currar extenuantes jornadas en tiempos recórds haciendo las habitaciones de los hoteles y que hasta tuvo que recibirlas el mismísimo Mariano Rajoy (bien cierto que no movió un puto dedo durante sus mandatos) ante el escándalo que suponía esta explotación hotelera.
   El sector turístico es un sector terciario, pero también muy precario, tal y como Garzón puso el dedo en la llaga ante el griterío de los que mandan. Y esta precariedad es una losa para el verdadero despegue de este departamento estratégico y que puede terminar como un ídolo de pies de barro si no se ponen sobre la mesa algunos aspectos vinculados a la equidad. Aún estamos a tiempo.

       DdA, XVI/4542        

No hay comentarios:

Publicar un comentario