lunes, 22 de junio de 2020

EL IMPACTO DE MORTALIDAD EN LAS RESIDENCIAS DE MADRID SERÍAN 800.000 FALLECIDOS EN ESPAÑA


Lazarillo

El asunto que más debería ocupar la atención del Gobierno de España y el de cada una de las comunidades autónomas -sobre todo en donde la pandemia causó un auténtico senecticidio-, debería ser  la necesidad de una auténtica revolución en la gestión de las residencias y geriátricos del país. Estamos a la cabeza de Europa en número de ancianos fallecidos en esos centros: 19.500, un 72 por ciento de las muertes registradas oficialmente, muy por encima de Alemania, Francia, Inglaterra y Portugal, que no pasan del 50 por ciento. Sólo Italia se nos acerca. En las comunidades de Madrid y Cataluña, el porcentaje de fallecimientos ha sido del 18 y 9 por ciento, respectivamente. Hasta ahora en España se ha reconocido oficialmente la muerte de 28.322 personas por Covid-19. Sobre el conjunto de la población eso significa un 0,05% de sus habitantes, muy lejos de los porcentajes de muertes en las residencia madrileñas y catalanas. Para darse idea del brutal impacto letal de la enfermedad entre los usuarios de las residencias en Madrid, si se aplicase al conjunto de la población española, basta decir que habrían fallecido ochocientas mil personas. Escribía el pasado sábado el ministro Castells en su artículo del diario La Vanguardia que sin cultura de solidaridad hacia los que nos engendraron y hacia los que engendraremos se socavan las bases de la reproducción de la especie. Nada que añadir. Nos la estamos jugando*.

*Los gestores de los fondos buitres que exprimen muchas de esas residencias son líderes europeos en rentabilidad. Es el mercado, amigo, que dijo un ladrón.

      DdA, XVI/4536     

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