Félix Población
Se nos dice que la fotografía es de baja calidad, pero no hace al caso. Pertenece a los fondos abiertos del Museo del Pueblo de Asturias y para quienes conozcan la identidad y obra del gran fotógrafo Constantino Suárez -depositada en ese lugar-, les resultará especialmente significativa. Sobre todo si se tiene en cuenta que está fechada en septiembre de 1936, apenas dos meses después del inicio de la guerra incivil. Suárez fue uno de los fotógrafos que más documentación gráfica aportó de aquella desdichada tragedia nacional que en Asturias tuvo menor duración que en otras zonas de España: quince meses, desde el mes de julio de 1936 al 21 de octubre de 1937. Constantino Suárez fue también el fotógrafo de los bombardeos facciosos sufridos por mar y aire ese año y hasta pocos días antes de la ocupación de la ciudad por las tropas sublevadas. Un mes antes de que fuera tomada esta fotografía, en la que aparecen unos adolescentes jugando al fútbol en la playa de San Lorenzo, Gijón padeció uno de los bombardeos que causó más víctimas mortales entre la población civil y sobre el que he escrito recientemente un artículo en memoria del fotógrafo gijonés que se publicará en el próximo número de El viejo topo. Con este comentario sólo me limito hoy a consignar la mirada esperanzada que para Constantino Suárez habría sido enfocar en el punto de mira de su cámara esa imagen, después de haber reflejado tantas otras de destrucción y muerte para los periódicos locales. En medio de la barbarie de una guerra, había lugar también para el júbilo de unos adolescentes disputando un balón a patadas, con el aliento y la voz empapados de salitre, en el mismo arenal donde tantos otros aprendimos muchos años después el amor al aire azul del mar en los veranos.
DdA, XVI/4506
DdA, XVI/4506
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