Pablo Álvarez
Ahora se han querellado contra Fernando Simón por homicidio imprudente, le
han puesto en el objetivo del odio, consideran que es el instrumento perfecto
para conseguir recuperar el poder.
Como han hecho siempre, utilizan a las y los muertos, no porque les
importen, nunca les han importado más allá del rédito que puedan obtener de
ellos. Ahí están los ejemplos del Yakolev, el metro de Valencia, el Sovaldi o
el Madrid Arena, por citar algunos.
Aprovechan el dolor y la incertidumbre para tratar de cargarse al gobierno
y dejar en agua de borrajas el ingreso mínimo vital, el impuesto a las grandes
fortunas o la derogación de la reforma laboral. En su concepto de democracia
solo cabe el esclavismo y el pensamiento único, la democracia solo es válida si
pueden usarla para conseguir sus intereses. Y detrás de esos intereses, detrás
de las banderas y el patrioterismo, están los lobbies, las grandes fortunas,
son ellos quienes están financiando los ataques.
Acusar a Fernando Simón, un hombre que lleva más de tres décadas salvando
vidas, es tan ridículo que ofende. Este señor en cualquier otro país sería un
ejemplo a seguir, pero en esta España de mierda le han convertido en el enemigo
público número uno. ¿Por qué le odian tanto? ¿Cuáles son las razones para tanta
inquina? La respuesta es simple: el epidemiólogo aragonés es todo lo contrario
a lo que ellos son y representan.
Fernando Simón tiene un currículum extenso y brillante, no ha untado a
rectores, no le han regalado los títulos, no ha comprado los masters. Este
señor habla seis idiomas, cuando la mayoría de estas y estos catetos ni
siquiera dominan el castellano. No es un político, es un investigador médico y
eso ha hecho que en ningún momento de esta crisis haya actuado de forma
sectaria o partidista, tal y como esta gentuza acostumbra. De hecho ha
trabajado con dos gobiernos distintos y nadie puede decir que se haya
pronunciado políticamente en el desempeño de su labor. Ni antes, ni ahora.
Es un trabajador nato, todas y todos hemos visto su compromiso con la tarea
que está llevando a cabo, llegando a dejar la salud en el empeño. En los tres
últimos meses, tampoco era muy difícil, ha trabajado más horas que Abascal y
Casado en toda su vida.
Es educado, respetuoso y prudente, no atiende a provocaciones, no responde
a los ladridos de la jauría. Estarían encantados si descendiera a su nivel, lo
han intentado de todas las formas posibles, cuestionando desde su
profesionalidad hasta su aspecto físico, pero ni así han conseguido sacar de su
boca ni una sola descalificación hacia su podredumbre moral. Y eso les duele,
vaya si les duele. Les duele tanto, que para cuestionar su capacidad, hay que
ser muy ridículos, utilizan a referentes de tanto prestigio en el mundo de la
medicina, como pueden ser Ana Rosa, Pablo Motos, Carmen Lomana o Cayetano
Rivera. Gente con tanto conocimiento que no dudan en acusar de asesino a Simón
y a la vez alentar a la jauría a infringir las recomendaciones sanitarias,
armados con cacerolas, palos de golf y banderas, en nombre de la economía, su
economía.
Si las futuras generaciones se miran en el espejo de este señor, habrá
esperanza. Sí lo hacen en el de Abascal, Cayetana, Ayuso o Casado, acabaremos
extinguiéndonos.
SEÑOR FERNANDO SIMÓN, tiene usted mi respeto, mi cariño y mi admiración,
como profesional y como persona.
¡¡¡GRACIAS!!!
DdA, XVI/4506
5 comentarios:
Yo apoyo a Fernando Simón!!!
Amigo Pablo.
Buena y medida defensa de F. Simón
Gracias y Felicitaciones.
Fernando Simón mereces todo mi respeto y admiración por tu inmenso trabajo muchas gracias.
Desgraciadamente en este país existen personas indeseables y muy miserables qué nunca valorarán el trabajo bien hecho, la entrega y el esfuerzo por conseguir un país y unos ciudadanos saludables.
Gràcies Sr Simón
Desde nuestra pequeña Asociación Vecinal en las montañas Asturianas nuestro apoyo al Dr Simón. Y nuestro desprecio a esa gentuza...
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