Pasados casi setenta años desde que se escribió el poema que constituye la letra de la canción más popular del vecino país, Jesús Cabaleiro nos recuerda en un artículo publicado en Aquí Madrid que es muy difícil encontrar en Portugal a un portugués o portuguesa que desconozca o no sepa cantar unos versos al menos de Uma casa portuguesa. La popularidad se la debe el poeta Reinaldo Edgar de Azvedo e Silva Ferreira, nacido en Barcelona en 1922, a una de las más grandes fadistas de aquel país, Amália Rodrigues. Por eso hace bien Cabaleiro en darnos algunos datos del autor, cuya corta vida acabó a los 37 años de edad, sin llegar a vislumbrar casi el éxito que tendría su poema en la canora voz de su país, hacia el que este Lazarillo lleva la mirada cada mañana desde la terraza que da a ese vecino horizonte. Entre mis anhelos figura transitarlo algún día de norte a sur, como hiciera Miguel de Unamuno, a fin de desentrañar -entre otras peculiaridades- por qué entre sus gentes no hay sombras cainitas que amenacen su convivencia. Quizá haya que hacer esos caminos arraigando en "uma casa portuguesa", con esa primera estrofa que lo dice todo. (Hago notar que la traducción es deficiente, pero no he encontrado otra mejor para dar idea del contenido del poema):
Numa casa portuguesa fica bem
Pão e vinho sobre a mesa
E se à porta humildemente bate alguém
Senta-se à mesa co'a gente
Fica bem esta franqueza, fica bem
Que o povo nunca desmente
A alegria da pobreza
Está nesta grande riqueza
De dar, e ficar contente
El poeta Reinaldo Edgar de Azevedo e Silva Ferreira (1922-1959) nació en Barcelona y vivió toda su vida en Mozambique, donde falleció a los 37 años.Es autor de la conocida ‘Una casa portuguesa’, escrita hace setenta años, en 1950. Se le ha comparado con Fernando Pessoa (1888-1935) por parte de los críticos literarios António José Saraiva (1917-1993) y Óscar Lopes (1917-2013). Nunca vio publicada su obra. Pero habría que hablar antes de su padre, Reinaldo Ferreira, periodista conocido como Reporter X (1897-1935), ubicado a finales de 1920 como corresponsal en Barcelona, donde abandona a su entonces su mujer, Lucilia Ferreira, ya embarazada y donde nace su hijo Reinaldo. Se separan definitivamente en Portugal en 1928.
Su apodo de Reporter X se le dio en España, ya que abandona el país para dirigirse a Portugal, una vez declarada en septiembre de 1923 la dictadura de Primo de Rivera, que condena, criticando al militar con la firma Reporter a la que se le añade una x. Nace así el Reporter X. Ubicado en Oporto trabaja para el diario español ABC y el portugués ‘O Primeiro de Janeiro’ antes de volver a Lisboa. También se dedicaba al cine y a las novelas futuristas.
Su hijo Reinaldo, tras iniciar sus estudios en España, se instala en Mozambique, en Maputo –antes Lourenço Marqués- en 1941 hasta su muerte en 1959, con esporádicas visitas a Portugal. Sus primeros poemas son publicados en diarios locales y revistas de arte y letras, como ‘Capricornio’, ‘Itinerario’, ‘Paralelo 20’, además de adaptar para la radio piezas de teatro. La primera interpretación de ‘Una casa portuguesa’ fue a cargo de la cantante portuguesa de origen angolano, Sara Chaves, quien cumple este 5 de mayo de 2020, 88 años, y rápidamente se convierte en éxito. Esta artista, y también locutora, intervino en el festival de la canción de Luanda, con el jurado descalificando la canción ‘Maria Provocao’, -abordaba el tema de prostitución- un tema del periodista Adelino Tavares da Silva. La controversia también surgió porque el jurado no consideró los instrumentos angoleños. En 1953 Amália Rodrígues (1920-1999) canta ‘Una casa portuguesa’, en portugués conocida como ‘É uma casa portuguesa, concerteza’ convirtiéndose en un éxito popular a medida que pasan los años.
Reinaldo Ferreira es autor también del poema ‘Menina dos olhos tristes’, que popularizó Jose, Zeca Afonso (1929-1987), quien lo conoció –ya que residió en Mozambique- en 1964, siendo su primera versión musical a cargo de Adriano Correia de Oliveira (1942-1982) estando prohibida por el régimen salazarista. En 1969 el cantautor la grabó y fue también censurada. Hay que recordar que este bucólico poema fue escrito antes del inicio oficial de lo que se denominó guerra colonial, que duró catorce años (1961-1975), donde en Mozambique murieron cerca de nueve mil portugueses, además de haber catorce mil heridos y decenas de miles afectados psicológicamente. En el conjunto de las colonias portuguesas –entonces se consideraban provincias- supuso trece mil muertos militares y civiles, así como sesenta mil heridos.
Destacable también su poema ‘Receita para fazer um herói’ y ‘A que morreu ás portas de Madrid’, (en alusión a la guerra civil española, también musicado por Antonio Pedro Braga). Hasta 1962 no se publica de forma póstuma en Portugal su único libro, ‘Poemas’. Curiosamente, aunque su canción, de cuya letra es autor, es muy conocida, su historia ha sido olvidada como muchos portugueses que murieron lejos de su patria.
Numa
casa portuguesa fica bem / En una casa portuguesa está bien
pão e vinho sobre a mesa. / pan y vino sobre la mesa.
Quando à porta humildemente bate alguém, / Cuando alguien humilde llama a la puerta
senta-se à mesa co'a gente. / se sienta a la mesa con la gente.
Fica bem essa fraqueza, fica bem, / Está bien esa confianza, está bien,
que o povo nunca a desmente. / que el pueblo nunca niega.
A alegria da pobreza / La alegría de la pobreza
está nesta grande riqueza / está en esta gran riqueza
de dar, e ficar contente. / de dar y sentirse feliz.
Quatro paredes caiadas, / Cuatro paredes encaladas,
um cheirinho á alecrim, / un ramito de romero,
um cacho de uvas doiradas, / un racimo de uvas doradas,
duas rosas num jardim, / dos rosas en un jardín,
um São José de azulejos / un San José de azulejos,
sob um sol de primavera, / bajo el sol de primavera,
uma promessa de beijos / una promesa de besos,
dois braços à minha espera... / dos brazos a mi espera...
É uma casa portuguesa, com certeza! / Es una casa portuguesa, con certeza.
É, com certeza, uma casa portuguesa! / Es, con certeza, una casa portuguesa.
No conforto pobrezinho do meu lar, / En el pobre confort de mi casa,
há fartura de carinho. / hay hartura de cariño.
A cortina da janela e o luar, / La cortina de la ventana y la luna,
mais o sol que gosta / más el sol que te gusta.
Basta pouco, poucochinho p'ra alegrar / Basta poco, poquito para alegrar
uma existência singela... / una existencia sencilla...
É só amor, pão e vinho / Sólo el amor, pan y vino
e um caldo verde, verdinho / y un caldo verde, verdiño,
a fumegar na tigela. / humeando en el plato.
Quatro paredes caiadas, / Cuatro paredes encaladas,
um cheirinho á alecrim, / un ramito de romero,
um cacho de uvas doiradas, / un racimo de uvas doradas,
duas rosas num jardim, / dos rosas en un jardín,
um São José de azulejos / un San José de azulejos,
sob um sol de primavera, / bajo el sol de primavera,
uma promessa de beijos / una promesa de besos,
dois braços à minha espera... / dos brazos a mi espera...
É uma casa portuguesa, com certeza! / Es una casa portuguesa, con certeza.
É, com certeza, uma casa portuguesa! / Es, con certeza, una casa portuguesa.
pão e vinho sobre a mesa. / pan y vino sobre la mesa.
Quando à porta humildemente bate alguém, / Cuando alguien humilde llama a la puerta
senta-se à mesa co'a gente. / se sienta a la mesa con la gente.
Fica bem essa fraqueza, fica bem, / Está bien esa confianza, está bien,
que o povo nunca a desmente. / que el pueblo nunca niega.
A alegria da pobreza / La alegría de la pobreza
está nesta grande riqueza / está en esta gran riqueza
de dar, e ficar contente. / de dar y sentirse feliz.
Quatro paredes caiadas, / Cuatro paredes encaladas,
um cheirinho á alecrim, / un ramito de romero,
um cacho de uvas doiradas, / un racimo de uvas doradas,
duas rosas num jardim, / dos rosas en un jardín,
um São José de azulejos / un San José de azulejos,
sob um sol de primavera, / bajo el sol de primavera,
uma promessa de beijos / una promesa de besos,
dois braços à minha espera... / dos brazos a mi espera...
É uma casa portuguesa, com certeza! / Es una casa portuguesa, con certeza.
É, com certeza, uma casa portuguesa! / Es, con certeza, una casa portuguesa.
No conforto pobrezinho do meu lar, / En el pobre confort de mi casa,
há fartura de carinho. / hay hartura de cariño.
A cortina da janela e o luar, / La cortina de la ventana y la luna,
mais o sol que gosta / más el sol que te gusta.
Basta pouco, poucochinho p'ra alegrar / Basta poco, poquito para alegrar
uma existência singela... / una existencia sencilla...
É só amor, pão e vinho / Sólo el amor, pan y vino
e um caldo verde, verdinho / y un caldo verde, verdiño,
a fumegar na tigela. / humeando en el plato.
Quatro paredes caiadas, / Cuatro paredes encaladas,
um cheirinho á alecrim, / un ramito de romero,
um cacho de uvas doiradas, / un racimo de uvas doradas,
duas rosas num jardim, / dos rosas en un jardín,
um São José de azulejos / un San José de azulejos,
sob um sol de primavera, / bajo el sol de primavera,
uma promessa de beijos / una promesa de besos,
dois braços à minha espera... / dos brazos a mi espera...
É uma casa portuguesa, com certeza! / Es una casa portuguesa, con certeza.
É, com certeza, uma casa portuguesa! / Es, con certeza, una casa portuguesa.
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