jueves, 7 de mayo de 2020

ÁNGEL GARCÍA RODRÍGUEZ Y PABLO IGLESIAS TURRIÓN


Félix Población

Todos los que tenemos una cierta edad y experiencia  en el mundo de la comunicación sabemos, sobre todo si a eso se le añade la persecución mediática a la que ha sido y es sometido el vicepresidente segundo del Gobierno desde que dejó las aulas universitarias para ingresar en la política, que la carta del padre Ángel a Pablo Iglesias -de la que ayer tuvimos conocimiento-, le va a procurar al presidente de Mensajeros de la Paz más animadversiones que parabienes no solo por parte de la jerarquía eclesiástica, sino por buena parte de los medios de información. 

Estamos convencidos, además, de que el propio cura asturiano estaba convencido de ello cuando expuso su pensamientos en esa carta en la que, además de valorar el trabajo solidario de todo el personal sanitario y de cuantos trabajadores facilitaron la seguridad y el abastecimiento de la población, tiene una palabras de felicitación para el propio vicepresidente de Derechos Sociales. 

"Lo único que me sale del corazón a estas horas muy tempranas -escribe Ángel al final de su misiva-, de rodillas, es dar las gracias a Dios por encontrar un pueblo tan solidario, unos profesionales tan entregados en ayudar desinteresadamente a los demás como los sanitarios, transportistas, cuerpos de seguridad...y tener a personas como tú, que con tu trabajo y esfuerzo, y el de tu equipo, ayudáis a conseguir que un mundo mejor sea posible. Déjame decirte ¡que Dios te bendiga! y pedirte que tú también me bendigas a mí". 

Palabras así, de quienes están tan cerca de los más necesitados y llevan toda su vida comprometidos con el mensaje social del Evangelio, laminan como por ensalmo toda la miseria moral con la que se ha pretendido y pretende difamar a Iglesias, el político español más vilipendiado a lo largo de estas últimas cuatro décadas.

Es muy probable, habida cuenta el valiente proceder del padre Ángel con esta carta espontánea al vicepresidente de Derechos Sociales, que a partir de ahora no pocos  de aquellos que celebraban su ministerio a lado de los más desfavorecidos, lo consideren poco menos que pro-comunista, como suele ocurrir entre los católicos más conservadores. Entre ellos estarán, con toda seguridad, aquellos obispos o arzobispos proclives a la ultraderecha, criados a pechos del ríspido Rouco, como quien está al frente de la diócesis de Oviedo. El mismo que, después de ser criticado por celebrar una misa en la basílica de Covadonga,  estampó en un comunicado lo que sigue: "Si pudieran nos cerraban las iglesias del todo y para siempre, que sería más barato que volverlas a quemar como hicieron antaño". 

El mensaje de monseñor Sánz se puede leer en la web El Criterio y alguna otra. Es totalmente inadmisible en un pastor de almas de una institución que tiene por guía la prédica de Cristo, a la que sí se atiene con obras Ángel García Rodríguez. 

       DdA, XVI/4488      

No hay comentarios:

Publicar un comentario