El capitalismo produce relaciones sociales capitalistas y difícilmente se encontrará en ellas el “material” para producir una sociedad alternativa.
Manuel Monereo
A Julio Anguita, maestro y amigo
Nuova Direzione es
una organización política de reciente creación formada por cuadros sociales y
políticos de la izquierda italiana. Las tesis aprobadas en su Congreso
fundacional tienen mucho interés porque recogen los cambios en el
funcionamiento del capitalismo en una sociedad como la italiana, que vive una
crisis orgánica. No se trata aquí de sintetizarlas ni de comentarlas, sino de
situarlas en un contexto presidido por la derrota, la carencia de proyectos
solventes y la búsqueda desesperada de referentes. La izquierda italiana no
existe como fuerza relevante en la vida pública. Hay una izquierda social y
cultural rica pero dispersa, dividida en compartimentos estancos y sin
capacidad de contribuir positivamente a un proyecto alternativo de país.
Las tesis apuntan a situar de nuevo el socialismo como
proyecto histórico. La palabra clave es fundación. No se intenta revisar, de
oponer por enésima vez teoría y práctica, el socialismo pensado por los padres
fundadores y el socialismo realizado. La tarea es de cimientos, de arquitectura,
de edificio. Pensar la sociedad alternativa desde las contradicciones del
capitalismo realmente existente y más allá, desde la experiencia histórica de
su construcción y derrota. Tomarse en serio la filosofía de la praxis y fundar,
no solo teoría, sino estrategia, programa y pasión colectiva. Luchar contra un
imaginario que vive, después de 30 años, bajo el síndrome TINA, no hay
alternativa. Es una tarea colectiva, de militantes, de intelectuales críticos
que se insertan en las clases populares y que generan un proyecto alternativo
viable.
Lo primero es situarse bien ante el capitalismo que
tenemos delante de nuestros ojos, definirlo y expresar sus contradicciones.
Financiarización, globalización y transición geopolítica expresan un nudo
gordiano que es necesario romper. Las contradicciones están ahí: crisis
financieras recurrentes, destrucción de los controles sociales y políticos al
mercado capitalista; desigualdad creciente y pobreza devenida estructural; una
revolución tecnológica usada –las tesis hacen hincapié en este asunto– como
instrumento de dominación contra las clases trabajadoras y sus sindicatos. Un
segundo tema, el metabolismo de la sociedad humana y el medio natural en
plena ruptura. Cuesta trabajo ir más allá del folklore de un ecologismo
convertido en ideología de grandes empresas, de grandes medios de comunicación
y de ONGs imperiales, pero el problema es real y ayuda a entender qué
significa, aquí y ahora, aquello de socialismo o barbarie; mejor dicho, de una
barbarie sin alternativa.
Hay una cuestión que atraviesa las tesis políticas.
Tiene que ver con el capitalismo. Se podría expresar así: ¿la revolución social
es el producto de las contradicciones internas del capitalismo o el choque de
éste con la sociedad? Desde otro punto de vista, el capitalismo produce
relaciones sociales capitalistas y difícilmente se encontrará en ellas el
“material” para producir una sociedad alternativa. El nexo geopolítica y
capitalismo, es decir, el imperialismo, tiene mucho que ver con este debate y
hoy cobra actualidad. ¿Es China un país capitalista? ¿Qué tipo de capitalismo?
Y ¿cuál es su papel en unas relaciones que cambian aceleradamente?
De una u otra forma reaparece el gran debate: ¿qué
sociedad, qué estructuras de poder y qué tipo de relación entre economía y
política caracterizaron las formaciones económico sociales que pretendieron
construir el socialismo? Los que siguen defendiendo una sociedad alternativa al
capitalismo tienden a separarse de ese proceso histórico, a criticarlo desde fuera
negando su propia naturaleza emancipatoria. Creo que estos análisis no dan
mucho de sí y no explican bien el fenómeno. Muchos lo vemos de otra forma, como
producto del choque del capitalismo con las sociedades, por así decirlo,
tradicionales, y como vía a la industrialización y al desarrollo sobre bases no
capitalistas. Pensaríamos la transición, a lo Samir Amin, como un complejo
histórico-mundial de larga duración, reversible siempre y donde la política en
sentido fuerte tendría el primado. La cuestión tiene diversos desarrollos y
hace posible la convergencia entre soberanía nacional y popular;
internacionalismo y la construcción de un nuevo orden internacional en momentos
–hay que subrayarlo de nuevo– en que retorna la lucha por la hegemonía entre
las grandes potencias, la competencia económica se acerba, la carrera
armamentista se acelera y la guerra aparece en el horizonte. El socialismo como
posibilidad y aspiración encontrará ahí su destino.
Hablar de tesis políticas obliga a situarse bien en lo
nacional, en la comunidad histórica y en sus contradicciones sociales y
culturales. El análisis que se hace de la Unión Europea es riguroso y su
denuncia, solvente. La relación entre la UE y la crisis orgánica del Estado
italiano está claramente expresada con un contenido de liberación social y
nacional, no dejando a un lado los temas espinosos y especialmente difíciles
como la emigración, la situación de las clases trabajadoras y el populismo de
derechas en su contenido más profundo. Se trata de una crítica al
neoliberalismo, a la subalternidad de las clases dominantes italianas al poder
alemán y a una supuesta izquierda que actúa como masa de maniobra de unos
poderes económicos cada vez más fuertes y autoritarios.
El debate estratégico retorna. Eso es una buena señal.
El nudo Lenin-Gramsci hay que fortalecerlo desde su complejidad. Las tesis se
formulan con modestia, con sinceridad, en momentos en los que la confusión
reina, la formulación de un proyecto alternativo rechazada por el omnipotente
poder del mando neoliberal unificado. Estamos ante una tarea –allí y aquí– que
está empezando, que requiere de una crítica despiadada de la ideología
dominante y la reconstrucción de un imaginario social alternativo donde ideas,
creencias, estrategia y programa se puedan soldar en conciencia colectiva,
acción social y organización de masas. El debate continúa.
Este texto es la presentación de los documentos fundacionales de un nuevo grupo político italiano llamado Nuova direzione. Dichos documentos han aparecido en el número 388 de El Viejo Topo correspondiente al mes de Mayo 2020
DdA, XVI/4497
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