viernes, 15 de mayo de 2020

PARA SITUAR AL SOCIALISMO EN LA AGENDA POLÍTICA


El capitalismo produce relaciones sociales capitalistas y difícilmente se encontrará en ellas el “material” para producir una sociedad alternativa. 
Manuel Monereo


A Julio Anguita, maestro y amigo
Nuova Direzione es una organización política de reciente creación formada por cuadros sociales y políticos de la izquierda italiana. Las tesis aprobadas en su Congreso fundacional tienen mucho interés porque recogen los cambios en el funcionamiento del capitalismo en una sociedad como la italiana, que vive una crisis orgánica. No se trata aquí de sintetizarlas ni de comentarlas, sino de situarlas en un contexto presidido por la derrota, la carencia de proyectos solventes y la búsqueda desesperada de referentes. La izquierda italiana no existe como fuerza relevante en la vida pública. Hay una izquierda social y cultural rica pero dispersa, dividida en compartimentos estancos y sin capacidad de contribuir positivamente a un proyecto alternativo de país.
Las tesis apuntan a situar de nuevo el socialismo como proyecto histórico. La palabra clave es fundación. No se intenta revisar, de oponer por enésima vez teoría y práctica, el socialismo pensado por los padres fundadores y el socialismo realizado. La tarea es de cimientos, de arquitectura, de edificio. Pensar la sociedad alternativa desde las contradicciones del capitalismo realmente existente y más allá, desde la experiencia histórica de su construcción y derrota. Tomarse en serio la filosofía de la praxis y fundar, no solo teoría, sino estrategia, programa y pasión colectiva. Luchar contra un imaginario que vive, después de 30 años, bajo el síndrome TINA, no hay alternativa. Es una tarea colectiva, de militantes, de intelectuales críticos que se insertan en las clases populares y que generan un proyecto alternativo viable.
Lo primero es situarse bien ante el capitalismo que tenemos delante de nuestros ojos, definirlo y expresar sus contradicciones. Financiarización, globalización y transición geopolítica expresan un nudo gordiano que es necesario romper. Las contradicciones están ahí: crisis financieras recurrentes, destrucción de los controles sociales y políticos al mercado capitalista; desigualdad creciente y pobreza devenida estructural; una revolución tecnológica usada –las tesis hacen hincapié en este asunto– como instrumento de dominación contra las clases trabajadoras y sus sindicatos. Un segundo tema, el metabolismo de la sociedad humana y el  medio natural en plena ruptura. Cuesta trabajo ir más allá del folklore de un ecologismo convertido en ideología de grandes empresas, de grandes medios de comunicación y de ONGs imperiales, pero el problema es real y ayuda a entender qué significa, aquí y ahora, aquello de socialismo o barbarie; mejor dicho, de una barbarie sin alternativa.
Hay una cuestión que atraviesa las tesis políticas. Tiene que ver con el capitalismo. Se podría expresar así: ¿la revolución social es el producto de las contradicciones internas del capitalismo o el choque de éste con la sociedad? Desde otro punto de vista, el capitalismo produce relaciones sociales capitalistas y difícilmente se encontrará en ellas el “material” para producir una sociedad alternativa. El nexo geopolítica y capitalismo, es decir, el imperialismo, tiene mucho que ver con este debate y hoy cobra actualidad. ¿Es China un país capitalista? ¿Qué tipo de capitalismo? Y ¿cuál es su papel en unas relaciones que cambian aceleradamente?
De una u otra forma reaparece el gran debate: ¿qué sociedad, qué estructuras de poder y qué tipo de relación entre economía y política caracterizaron las formaciones económico sociales que pretendieron construir el socialismo? Los que siguen defendiendo una sociedad alternativa al capitalismo tienden a separarse de ese proceso histórico, a criticarlo desde fuera negando su propia naturaleza emancipatoria. Creo que estos análisis no dan mucho de sí y no explican bien el fenómeno. Muchos lo vemos de otra forma, como producto del choque del capitalismo con las sociedades, por así decirlo, tradicionales, y como vía a la industrialización y al desarrollo sobre bases no capitalistas. Pensaríamos la transición, a lo Samir Amin, como un complejo histórico-mundial de larga duración, reversible siempre y donde la política en sentido fuerte tendría el primado. La cuestión tiene diversos desarrollos y hace posible la convergencia entre soberanía nacional y popular; internacionalismo y la construcción de un nuevo orden internacional en momentos –hay que subrayarlo de nuevo– en que retorna la lucha por la hegemonía entre las grandes potencias, la competencia económica se acerba, la carrera armamentista se acelera y la guerra aparece en el horizonte. El socialismo como posibilidad y aspiración encontrará ahí su destino.
Hablar de tesis políticas obliga a situarse bien en lo nacional, en la comunidad histórica y en sus contradicciones sociales y culturales. El análisis que se hace de la Unión Europea es riguroso y su denuncia, solvente. La relación entre la UE y la crisis orgánica del Estado italiano está claramente expresada con un contenido de liberación social y nacional, no dejando a un lado los temas espinosos y especialmente difíciles como la emigración, la situación de las clases trabajadoras y el populismo de derechas en su contenido más profundo. Se trata de una crítica al neoliberalismo, a la subalternidad de las clases dominantes italianas al poder alemán y a una supuesta izquierda que actúa como masa de maniobra de unos poderes económicos  cada vez más fuertes y autoritarios.
El debate estratégico retorna. Eso es una buena señal. El nudo Lenin-Gramsci hay que fortalecerlo desde su complejidad. Las tesis se formulan con modestia, con sinceridad, en momentos en los que la confusión reina, la formulación de un proyecto alternativo rechazada por el omnipotente poder del mando neoliberal unificado. Estamos ante una tarea –allí y aquí– que está empezando, que requiere de una crítica despiadada de la ideología dominante y la reconstrucción de un imaginario social alternativo donde ideas, creencias, estrategia y programa se puedan soldar en conciencia colectiva, acción social y organización de masas. El debate continúa.


Este texto es la presentación de los documentos fundacionales de un nuevo grupo político italiano llamado Nuova direzione. Dichos documentos han aparecido en el número 388 de El Viejo Topo correspondiente al mes de Mayo 2020
       DdA, XVI/4497       

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