Félix Población
Antes que Ayuso fue Cifuentes,
y ya sabe el discreto lector su mal acabamiento. Lo digo porque la actual
presidenta de la Comunidad de Madrid está haciendo méritos para repetir
desenlace, sin que sepamos hasta qué punto corresponde a su asesor Rodríguez la mayor parte de sus boberías.
La última fue desentrañar grotescamente el
significado de la COVID-19: la D no obedece a la expresión disease (enfermedad
en inglés), sino al mes de diciembre en que la enfermedad comenzó a propagarse.
Estamos, como señala Palomera hoy, ante patochadas similares a las de “Madrid
central es puro comunismo” o “Un concebido no nacido será tenido en cuenta como
miembro de la familia”.
En algunos
sectores del Partido Popular se están empezando a sentir molestos ante el
respaldo que Casado está dando a doña Isabel. En los mentideros próximos a la
calle Génova se cree que ese apoyo obedece al respeto y admiración que don
Pablo le tiene a Aznar. Habría que hablar más bien de pleitesía. Para
ratificarlo, don José María ha querido hacer valer su criterio sobre Ayuso
cuando más están pesando las críticas contra la presidenta del gobierno
regional.
Con su característico e infatuado verbo, Aznar cree que esa señora está escribiendo
“buenas páginas" para la historia en la gestión de la pandemia, posiblemente
porque quien lo dice pase por alto los casi 6.000 ancianos que han fallecido en las residencias y geriátricos que los gobiernos conservadores de Madrid han privatizado y entregado a los fondos buitre,
cuyo comportamiento ha obedecido en no pocos casos a tal nombre, como
demuestran esa querella criminal contra Ayuso y diez directores de residencias,
presentada por empleados y familiares de internos.
Dentro del Partido Popular
no faltan calificativos para definir a quien posó el pasado domingo como una
Dolorosa de Murillo para la portada de un diario que avergonzó a algunas de sus
firmas más respetadas, pero el que menos le cuadra a la señora Ayuso es el de
Pasionaria de la derecha. Nada en ella se puede confundir con la pasión, que tanto respeto merece cuando buena es la causa, porque
todo en ella es un derroche de ineptitud. Que eso merezca la admiración de Aznar dice todo de quien sueña ser líder de las derechas como aquel otro José María, viajero y observador de la Alemania nazi, si bien lo que dijo Aznar es que sentía envidia porque a doña Isabel la insultaran los "hijos de Chávez", claro.
PS. Mi admiración está en tener, por fin, ministros como quien acaba de decir: "El mundo que conocíamos ya no volverá. El nuevo está por inventar. Hemos aprendido que la incertidumbre es la regla, que lo público es la base de nuestra organización social, que la globalización puede traer muerte o vida según cómo, que el abrazo es lo más preciado que tenemos como humanos. Y que las universidades, como hicieron tras la época oscura de la Edad Media, son las luces que nos quedan para encontrar otro camino...". Manuel Castells, ministro de Universidades. Léase entrevista en Público
PS. Mi admiración está en tener, por fin, ministros como quien acaba de decir: "El mundo que conocíamos ya no volverá. El nuevo está por inventar. Hemos aprendido que la incertidumbre es la regla, que lo público es la base de nuestra organización social, que la globalización puede traer muerte o vida según cómo, que el abrazo es lo más preciado que tenemos como humanos. Y que las universidades, como hicieron tras la época oscura de la Edad Media, son las luces que nos quedan para encontrar otro camino...". Manuel Castells, ministro de Universidades. Léase entrevista en Público
DdA, XVI/4493
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