martes, 12 de mayo de 2020

LA PATRIA DE FERNANDO SIMÓN EN MEDIO DE LOS INFIERNOS


El aventurero Marco Pascual relata cómo fue su semana con el doctor Simón en Burundi en diciembre de 1991:

"Se quedaron a oscuras, la mujer con la tripa abierta y sin ver. Fernando mantuvo la calma y los salvó"

Pablo Batalla

Mientras leía la historia conmovedora de este hombre de quien la infame derecha que padecemos no hace más que burlarse, no podía evitar pensar todo el rato en Ortega-Smith —a quien parece, no puedo callarme esta maldad, que los anticuerpos españoles le han salido flojetes— y, en general, en la inane patriotería de hojalata de nuestros bufones de tirante rojigualda, berrido aguardentoso y pistolita de disparar monigotes en la galería de tiro, que manchan invariablemente los calzoncillos cuando toca pasar a la acción verdadera. He aquí a un auténtico patriota que portó el nombre de España y lo ennobleció en medio de los infiernos y al que, sin embargo, no veremos darse el menor aire, porque como todos los héroes dignos de tal nombre es un hombre discreto, que cumple su deber honestamente y sin esperar medallas; un ser humano recto en un mundo de torcedumbres. Fernando Simón: yo te admiro. Léase:
https://www.huffingtonpost.es/…/fernando-simon-burundi-coro…

Una de las respuestas de Fernando Simón"Entiendo perfectamente las necesidades de información y poquito a poco voy aprendiendo cómo funciona lo que se publica, lo que no se publica. Pero me va a perdonar el periodista, creo que hace un flaco favor a España hablando de suspender o no suspender en este proceso. En este proceso vamos juntos y, si suspende uno, suspendemos todos. Tenemos que tener cuidado con algunas de las expresiones que usamos, nadie ha suspendido, todas las comunidades autónomas, todos los servicios de salud han hecho un trabajo excepcional".

     DdA, XVI/4494    

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