Álvaro Noguera
Félix Población
Como si de una película del
Oeste se tratara, el diario El Español ofrece hoy un titular de lo ocurrido
ayer en Badalona, la cuarta ciudad más importante de Cataluña, como si su
corresponsal fuera un autor de aquellas populares novelas que se vendían en los
kioscos y que dieron de comer a más de uno de nuestros escritores en el exilio
interior, como mi recordado Eduardo de Guzmám: El sheriff Albiol desenfunda la vara de
Badalona tras arder el acuerdo de sus rivales, titula el periódico citado.
Para
que esa vara no estuviera en las manos de quien hizo en su día campañas municipales claramente xenófobas, y aun así fue el candidato más votado en las elecciones municipales
últimas, era necesario el acuerdo que ahora no ha sido posible entre PSC, ERC,
CUP y Los Comunes. Como no se dio, por desavenencias entre esas siglas, Albiol
recuperó la alcaldía de Badalona que ya había ocupado años atrás.
Para algún
telediario, la emoción y las lágrimas de nuevo alcalde fueron incluso la
noticia del día, algo que pudiera parecer excesivo si otras como las derivadas
del virus fatal no siguieran en preferencia para su atención mediática. Sin
embargo, si se considera la dimensión demográfica de Badalona y su ubicación territorial en la actual Cataluña, el hecho de que
Albiol vuelva a esa alcaldía por las diferencias entre los partidos de
izquierda sí debe merecer al menos un subrayado.
Como ocurrió nada menos que en Madrid,
en este caso antes de los comicios municipales y autonómicos con las ambiciones
políticas desbocadas de su alcaldesa Carmena y de su ahijado Errejón, se acaba
de consumar la misma jugada, esta vez a posteriori, en la cuarta ciudad de Cataluña: la falta de unidad
de la izquierda da el poder a las derechas. Se trata de una constante
histórica, sin que de ella parezca que extraigan los irresponsables la enseñanza debida. No creo que haya que repetir lo que la caída de Madrid en manos de la derecha extrema y la ultraderecha está comportando y habría debido servir de advertencia a las izquierdas de Badalona. Ni así.
Lo peor de todo, posiblemente, es que la alcaldía de Badalona se perdió en principio porque su máxima autoridad, del Partido Socialista, hubo de dimitir después de haber sido detenido por conducir en estado de ebriedad y haber roto además el confinamiento debido.
PS. "Es sorprendente que en Badalona la gente de izquierda sea capaz de organizar redes de voluntarios como la que funciona en estos momentos en el barrio de Sant Roc, uno de los barrios más pobres de la ciudad, ofreciendo comida diaria a más de mil personas sin recursos, y no sea capaz de ponerse de acuerdo para gobernar la ciudad". Lo anterior lo dice hoy Enric Juliana en su artículo de La Vanguardia. De acuerdo con todo, menos con el calificativo "sorprendente". Yo emplearía otros.
Lo peor de todo, posiblemente, es que la alcaldía de Badalona se perdió en principio porque su máxima autoridad, del Partido Socialista, hubo de dimitir después de haber sido detenido por conducir en estado de ebriedad y haber roto además el confinamiento debido.
PS. "Es sorprendente que en Badalona la gente de izquierda sea capaz de organizar redes de voluntarios como la que funciona en estos momentos en el barrio de Sant Roc, uno de los barrios más pobres de la ciudad, ofreciendo comida diaria a más de mil personas sin recursos, y no sea capaz de ponerse de acuerdo para gobernar la ciudad". Lo anterior lo dice hoy Enric Juliana en su artículo de La Vanguardia. De acuerdo con todo, menos con el calificativo "sorprendente". Yo emplearía otros.
DdA, XVI/4495
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