ABC Y LOS EDITORIALES CON TELEOBJETIVO

Félix Población

Como bien sabe el discreto lector, Vocento es un grupo de comunicación que encabeza el viejo diario monárquico ABC y que cuenta una una serie de periódicos en provincias. No tengo constancia de las fotografías con las que informaron esos diarios acerca del fin del confinamiento y el regreso a las calles de la ciudadanía este pasado fin de semana, pero sí me ha llegado el tratamiento gráfico dado por uno de ellos que me toca más directamente.

El diario El Comercio, radicado en Gijón, uno de los más antiguos del país, vulneró de manera flagrante el derecho de los ciudadanos a la verdad en al menos una de las instantáneas, que es la que ilustra este comentario. En este caso, siendo los gijoneses los protagonistas, a ellos compete más que a nadie la constatación del hecho.

El truco de una fotografía realizada con teleobjetivo se impuso sin ningún recato  al derecho que los lectores tienen a una información objetiva. Mediante el teleobjetivo  se da entender una distancia de acercamiento que no responde para nada a la realidad espacial de la perspectiva y, por lo tan tanto, da una falsa impresión de abigarramiento entre el personal que transita por la imagen. Lo que técnicamente se conoce como una compresión del campo de profundidad para que todo aparezca más cercano.

Un gijonés y lector del diario, Quique Menéndez, quiso dar constancia de la manipulación con el comentario pertinente, pero a los ocho minutos -según nos cuenta- fue eliminado por el periódico, sin que ese mismo proceder se aplicara  a los insultos y descalificaciones que mereció ese ejercicio de la libertad de crítica.  En la fotografía del diario citado se observa una perspectiva de El Muro en la que aparecen todos los paseantes que ocupan casi un kilómetro de distancia. El efecto óptico, sin embargo, da una perspectiva aparente de no más de 100 o 200 metros, con una sensación de abigarramiento que en realidad no se da. 

Tal parece con esta imagen que desde el despacho central de Vocento se hubiera cursado una consigna en la que estuviera programada una información gráfica marcada por el uso tergiversador del teleobjetivo. Al fin y al cabo es lo que sucedió con la portada del diario conservador del 27 de abril, después del desconfinamiento para los niños menores de catorce años, con una fotografía tomada con teleobjetivo en una calle de la ciudad de San Sebastián con igual sistema, según se ha comentado con detalle en las redes. 

La distancia  entre los árboles que aparecen en primer plano y todas las referencias que se dan en los planos siguientes no responden a la realidad, con el único objeto de hacernos creer que las "ansias de libertad" -titular de la portada- hicieron que "muchos españoles, tras 43 días de confinamiento, aprovecharan la autorización de pasear con los niños para desbordar las reglas". Todo un editorial a modo de pie de la imagen en cuestión.

He ahí la flagrante falsedad de una información gráfica, utilizada al solo objeto de interpretarla como un motivo para el "desbordamiento de unas reglas", marcadas por el Gobierno democrático de una nación ante la crisis más grave sufrida por España desde la Guerra Civil. ¿Que patología es esa que lleva a tal despropósito y a qué tipo de virus no menos maligno obedece?

PS. Para mayor información visual acerca de los efectos del teleobjetivo, pinche AQUÍ.

       DdA, XVI/4485