Félix Población
El pasado 29 de enero, organizado por el Colectivo Juan de Mairena, se celebró un homenaje en Barcelona -ciudad en la que residió durante muchos años- al historiador Gabriel Jackson, fallecido el pasado mes de noviembre en Oregón a los 98 años de edad.
El historiador Ángel Viñas ha tenido la amabilidad de compartir el reportaje de un acto más cívico que académico en el que se glosó la personalidad de Jackson por parte de amigos, periodistas y colegas, así como el valioso legado que ha tenido su obra para el conocimiento de nuestra historia, a la que dio luz en tiempos oscuros con un libro que debería formar parte de la cultura histórica de nuestras más jóvenes generaciones: La República Española y la Guerra Civil. Viñas recordó que sobre los cinco años en paz del periodo republicano se escribieron 5.500 libros, desde una perspectiva liberal o de izquierda, y que el de Jackson se adelantó a todos a modo de faro y guía.
El documental aporta valiosos testimonios personales y humanos, y no poca emoción también por parte de algunos de los intervinientes, entre los que estuvieron su hija, Katherine Jackson, y Carmen Negrín, nieta de Juan Negrín, sobre cuya figura escribió Jackson una no menos importante biografía :"Negrín fue el alma de la resistencia republicana -dejó dicho- y eso atrajo todas las iras".
Invito al discreto lector a ver el reportaje, sin que no pueda resistirme a contar dos anécdotas que se revelan en el mismo. La primera la aporta su amigo el periodista Martínez Soler con motivo de una visita con Jackson a Segovia. El historiador, hispanista de estudio y corazón desde que en la adolescencia contactó con el exilio republicano en México, quería ver la casa en la que se hospedó Antonio Machado, pero ese día la encontraron cerrada y no hubo una próxima vez para verla, tal como Gabriel Jackson hubiera deseado y de la que seguro habría disfrutado, por la admiración que le profesaba al poeta.
También Ángel Viñas cuenta algo muy significativo del "diligente" proceder de la justicia española cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero decidió conceder a Jackson la nacionalidad española, siendo ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar: el historiador hubo de esperar seis o siete meses a que el juez le diera el pasaporte.
Es muy de lamentar que en el acto celebrado en Barcelona no hubiera representación del gobierno de la Generalitat ni del Ayuntamiento de la ciudad en la que el historiador residió desde 1984. Los necionalistas [no es errata] al uso se perdieron un homenaje lleno de autenticidad intelectual, compromiso democrático y calidez humana, culminado con la despedida del propio Jackson cuando en un grabación un periodista le preguntó al irse de España por lo que iba a echar de menos y su respuesta fue: "Me gusta besar en las dos mejillas".
Mi felicitación al Colectivo Juan de Mairena por su sensibilidad al elegir el adagio del Concierto para clarinete de Mozart como ilustración musical para evocar la figura del homenajeado. Gabriel Jackson fue también músico (flauta travesera) y autor de una biografía sobre el compositor austriaco que tengo pendiente de lectura y de la que la Universidad de Salamanca hizo una edición en 2004.
DdA, XVI/4454
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