Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, cree que el confinamiento de personas mayores y colectivos de riesgo ante la pandemia de la Covid-19 podría alargarse hasta final de año si las autoridades sanitarias lo recomiendan y los países de la Unión Europea así lo determinan. “Sin una vacuna, tenemos que limitar al máximo el contacto con los ancianos, especialmente aquellos que viven en residencias”, señaló Von der Leyen en una entrevista publicada por el diario alemán Bild este domingo.
Eso, a menos que haya otros
motivos mucho más allá de los sanitarios, pues en los tiempos que corren ya
estamos hartos de saber que el poder se vale sin descanso de engaños, de
silencios cómplices, de maniobras y de argucias, unos gobiernos más que otros
pero todos, y de ahí vienen las sospechas para quienes permanecemos despiertos...
“Porque, según la OMS, cerca del
50% de los infectados, pasa la enfermedad con síntomas leves y sin necesidad de
tratamiento; cerca del 20% padece síntomas graves, y solo un 2% fallece. Por
lo que contagiarse no es mortal en un 98% de los casos (ni en un 50% ni
siquiera temible). Por lo tanto, lo más probable es que un ciudadano no se
contagie; pero si se contagia, lo más probable (en un 98% de probabilidades)
es que se acabe curando; y si contagia a alguien, esta persona tiene el 98% de
probabilidades de curarse. Y así con el 98% de la gente a la que pueda contagiar.
Por lo tanto, el 98% de la población no tiene nada que temer. Y además, al contagiarse
la población se va inmunizando, y con ello el mal pierde virulencia. Lo que hay
que evitar es que ese 98% contagie al 2% restante”. (Nacho Dueñas)
Por consiguiente, parece
diamantino que la solución está en aislar a ese 2%, es decir, a la población
de los mayores exclusivamente, tengan estos o no patologías. Con estos cálculos,
en Holanda, por ejemplo, salen libremente de sus casas los ancianos y los
demás están confinados. Con estos datos y con este mismo cálculo, lo que
debiera hacer España, ya que no se hace en Holanda, contagiada también por el
aturdimiento, es confinar exclusivamente a los ancianos...
Pero está visto que la estulticia
y la incompetencia, ambas fruto de la histeria, del miedo y de la propia
psicosis que ataca a los poderes públicos, a los médicos y a los expertos cuyo
exceso de celo a menudo causa más estragos que soluciones, España está
condenada de la manera más absurda y necia a hundirse en la miseria. Porque
tampoco parecen darse cuenta todos los responsables que también corre peligro
severo parte de su población no anciana, de contraer enfermedades nerviosas y
mentales por tan largo confinamiento; un confinamiento equivalente al encarcelamiento
sin causa ni motivos para su redención pues nada media para redimirse y la
redención es lo que justifica la condena…
DdA, XVI/4464
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