lunes, 30 de marzo de 2020

¿POR QUÉ SE RESISTE EL GOBIERNO A LA AYUDA DE LOS MÉDICOS CUBANOS?



Félix Población
A los recortes sufridos en personal sanitario durante los pasados años se le une estas semanas la incidencia de contagio que el coronavirus está teniendo entre médicos y enfermeras. Aunque el número de fallecidos es menor que en Italia, en donde se ha superado el medio centenar, según fuentes oficiales estamos en torno a los 10.000 sanitarios infectados, una cifra superior a la de otros países, producto en buena medida tanto del desbordamiento de pacientes en los hospitales como de la deplorable carencia de vestuario y herramientas de protección para atender con seguridad a los enfermos.
En la Comunidad de Valencia hasta 800 profesionales de la sanidad han dado positivo hasta ahora y el personal, como en el resto de España, está sintiendo el agotamiento y el cansancio derivados de estas dos últimas semanas. No todo los profesionales que se han apuntado hasta ahora a la bolsa de trabajo están en condiciones de llevar a cabo este tipo de prestación, por lo que las autoridades del gobierno de la Generalitat han planteado al Gobierno central la posibilidad de recurrir a médicos y especialistas en epidemiología de Cuba, algo que también están estudiando los gobiernos autonómicos de las Islas Baleares y Canarias.
Nadie duda a estas alturas de la profesionalidad y excelencia de los epidemiólogos cubanos, que desde ya están prestando una valiosa labor en Italia, cuyo Gobierno cuenta además con la colaboración de equipos de sanitarios procedentes de China. Mismamente Andorra tiene ahora un total de 38 médicos cubanos al servicio de la población en su lucha contra el virus. Hasta la fecha, Cuba ha mandado trece brigadas médicas a otras tantas naciones  como “muestra de su tradición solidaria y profundo humanismo”, según entiende el Gobierno de aquel país. Más de 40 naciones han solicitado esa ayuda para hacer frente a la pandemia.
Según fuentes de la Generalitat valenciana, el Gobierno de Pedro Sánchez ha presentado “ciertas resistencias” a que esa colaboración, que en Italia y Andorra no sólo se valoran sino se agradece, pueda concretarse. ¿Alguien puede entender, en las actuales circunstancias, mientras crecen los contagios entre nuestros sanitarios agotados, que sea  España, el país europeo que más lazos históricos tiene con Cuba, el que ofrezca “ciertas resistencias” a la ayuda médica de sus epidemiólogos?  

¿Acaso se puede presentar resistencia a un ofrecimiento de solidaridad de este tipo, cuando estamos sufriendo las consecuencias de una política de brutales recortes en la sanidad pública que está dejando exhaustos y enfermos a miles de sus trabajadores?
DdA, XVI/4450

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