Lazarillo
Escribió nuestro admirado don Antonio Machado en su libro Campos de Castilla algo que siempre tiene vigencia en este país y que cuando ocurren hechos como los que estas semanas tienen ocupados a los propaladores del bulo (ahorremos decirlo en inglés, que son dos palabras, ¡leñe!) hay que citar, con mi estimado Álvaro Noguera en este caso como oportuno y perspicaz viñetista en Diario16. Los medios difusores de la trola, mentira, embuste, camelo, engaño, bola, chisme, paparrucha, filfa, infundio o patraña, así como todo sujeto que se ceba y ceba el sensacionalismo amarillento, se sirven de lo que don Antonio denunciaba en estos versos, a fin de incrementarlo más si cabe, que siempre cabe:
Escribió nuestro admirado don Antonio Machado en su libro Campos de Castilla algo que siempre tiene vigencia en este país y que cuando ocurren hechos como los que estas semanas tienen ocupados a los propaladores del bulo (ahorremos decirlo en inglés, que son dos palabras, ¡leñe!) hay que citar, con mi estimado Álvaro Noguera en este caso como oportuno y perspicaz viñetista en Diario16. Los medios difusores de la trola, mentira, embuste, camelo, engaño, bola, chisme, paparrucha, filfa, infundio o patraña, así como todo sujeto que se ceba y ceba el sensacionalismo amarillento, se sirven de lo que don Antonio denunciaba en estos versos, a fin de incrementarlo más si cabe, que siempre cabe:
—Nuestro español bosteza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
—El vacío es más bien en la cabeza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
—El vacío es más bien en la cabeza.
DdA, XVI/4432
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