viernes, 7 de febrero de 2020

LOS PARÁSITOS DE LAS LADILLAS Y OTRAS CONSIDERACIONES FEBRILES



Álvaro Noguera

Una recaída. En lo de la gripe, digo. Pensaba que ya estaba bien y no. Tuve la pésima idea de poner el Canal Mega de televisión; un reportaje sobre Alaska con temperatures de 40º bajo cero -y yo en camiseta-, que fue la causa de la recaida. Un fiebrón, y un dolor de cabeza y unes arcades como pa romper agües. Con el paracetamol no hay problema; cúralo todo menos la hipocondría, que acabo de enterame que hay dos mil enfermedades mortales que cursen sin síntomas, justo lo que yo no tengo. Mañana voy por urgencies a escuchar como los jubilaos cuenten la colonoscopia en 3D y se enseñen les muestres de orina y de heces que lleven pa les analítiques:
Mire, mire ¿A que parez una Cruz-Campo?, pues no, mexelo de recién levantau. Espere que y enseñe la otra muestra.
Son odiosos los muy jodíos, como si uno no tuviese bastante con lo suyo, que ye lo mío, pa ser más exactos y que no incordio a nadie, que lo sufro en silencio, como la Pantoja, sin ir más lejos, que ya no se junta con el Jorge Javier. Algo y habrá hecho esti puntu, porque ella ye como ye aunque dea a entender lo contrario, que igual ye lo contrario o vete tu a saber, que yo no voy, que no me importa, y si me importase tampoco lo iba a decir. ¿Está claro?
Va pa setenta años. Aquelles sí que eren gripes, que había que sudales, y a falta de otros remedios, lingotazos de Coñac Fundador, que no te curaben y teníen la virtud de jodete el hígado. Tiempos duros aquellos. No había de nada. La gente traficaba con lo que podía. Por ejemplo; que sabíes que ibes a tener una visita, pues nada; alquilabes una alcurnia pa que viesen que uno era de posibles y no un muertu de fame. Si la visita era de prestigio, había que alquilar por lo menos media docena. Y eren cares. Muy cares. Así que había que empeñar algo, por ejemplo a la abuela. Si con la abuela no era suficiente empeñábase también a Mari Puri, la cabrona de la cuñada. Ya digo, malos tiempos. Traficábase también con coses peligroses: con suposiciones y con certezes. A escondides. Podía caete un bastiazu de hosties y litro y medio de ricino. Había que hacelo con santo y seña. Por ejemplo, Tu decíes: Habiéndome robado el albedrío un amor tan infausto como mío, ya recobrados la quietud y el seso, volvía de París en tren expreso:
Y el otru tenía que respondete. No sale mal de su reducto, excepto un hipo y un eructo. Un Sancho preso en un armario, un flato gordo e involuntario.
Lo de les suposiciones y les certeces tenía su trasfondo político: Se supone que estando les coses como están a Franco quéda i semana y media en el Pardo y entos toi seguru que vuelve la república. Como te pillaren fabulando, paque te cuento, que te lo cuente otru que yo, no.
Cuando ya se vió que el tema, de lo de Franco digo, iba pa largo, la gente empezó a estraperlar con efemérides. Todu el mundo quería tener una efeméride en casa. Veníen de contrabando de Portugal. Lo que pasó ye que la gente, como había mucha fame, empezó a comeles. Eren indigestes de cojones, pero era lo que había bobinos: fame ambute y represión.
Un amigu algo mayor que yo, biólogo afincado en Suiza en la actualidad, afirma que a Franco ya le perdonó la represión política, la que no le perdonaba era la sexual. No creo que a Franco a estes altures le importe un carajo que lu perdonen o no.
Por cierto, este amigo biólogo: un cerebro. Es el descubridor de les gorgonielles.
Les gorgonielles son unos parásitos que tienen les ladilles en sus órganos sexuales. Los machos tienen la cara en forma de triángulo isósceles y les pestañes como nísperos. Al microscopio se aprecia la semejanza con Federico Jiménez Losantos. Son muy molestes porque toquen el bolero de Ravel frotándose les ñalgues de lunes a viernes en hores de oficina.
Les hembres, en cambio tienen las axilas pisciformes y grifos de agua caliente en los pezones. A diferencia de los machos bailen el zapateado de Sarasate cuando están ovulando, con una pausa de media hora pa tomar un café con pingarates. Ahora, con el cambio climático tienen el tamaño de un mastín del Pirineo.
Confiésolo. Todo esto es cierto, salvo algunas cosas y escrito bajo los efectos de la recaída de la gripe.
Voy a por el paracetamol.

                 DdA, XVI/4401              

No hay comentarios:

Publicar un comentario