Félix Población
Recuerda mi muy leído
Marius Carol, director del diario La Vanguardia, lo que el expresidente Leopoldo Calvo Sotelo el Breve decía de los expresidentes: que
lo bueno que tienen es que son pocos y se apoyan, porque disfrutan del único
cargo vitalicio que se conserva hasta el último día. Son en este sentido algo
así como los reyes que mueren con la corona puesta, sin que ni dios les haga
abdicar, acaso por creerse dioses.
A Felipe González lo
llamaban dios en su partido y se lo tiene muy creído desde entonces. Hace unos
días calificó la mesa del diálogo abierta con la cuestión catalana de
perfomance, y dijo que no hay espacio ni para la amnistía ni para la
autodeterminación. Y que si lo hubiera, él estaría en contra.
A su lado se
encontraba Aznar el de las Azores, que presidió el Gobierno de España durante
dos legislaturas y pasará a la historia por sus mentiras sobre la gran masacre
de los trenes de Atocha en la que perecieron dos centenares de conciudadanos.
Don José María se limitó a ser apocalíptico y a sentenciar con su verborrea
fatua y jactanciosa que se ha roto el pacto de lealtad constitucional, habiendo
sido Aznar en sus orígenes anticonstitucional militante.
Lo que no escuché a
ninguno de los dos dioses fue una salida a lo que la cerrazón nacionalista de
unos y otros, en La Moncloa y en el palacio de la Generalitat, nos ha llevado
hasta donde estamos, y que ayer mismo otro ex presidente, Rodríguez Zapatero, dijo
tener claro: no hay alternativa mejor que la que se está dando.
Siempre que escucho
lecciones tan poco aleccionadoras como las de González y Aznar, recuerdo que el
primero -con casi catorce años en el cargo- fue quien estableció la
pensión vitalicia de por vida para los expresidentes, algo de lo que disfruta
con su sucesor y ronda los dos millones de euros. Ambos añaden a esas rentas las derivadas de las puertas giratorias, algo que me parecen de obligada recordación cada vez que uno y otro se ponen endiosadamente estupendos, según acostumbran.
DdA, XVI/4420
No hay comentarios:
Publicar un comentario