Ana Cuevas
Es
 curioso recordar que la provincia de Teruel, hasta hace muy poco, era 
un territorio ignoto y montaraz del que los sucesivos gobiernos, 
nacionales y autonómicos, han pasado siempre olímpicamente. Incluso la 
mayoría de los que ahora piden el boicot para los productos de esta 
tierra, tienen serios problemas a la hora de situarla en el mapa o 
siquiera dentro de la comunidad aragonesa.
Ese habrá sido el 
acicate para que naciera una plataforma ciudadana con la motivación de 
reivindicar las infraestructuras e inversiones que, históricamente, les 
corresponden por derecho. Porque los turolenses son gente recia y 
orgullosa. Un pueblo trabajador y honrado que sufrió el ostracismo 
punitivo durante la dictadura y luego el ninguneo indiscriminado durante
 todas las décadas que llevamos de democracia. 
"Teruel 
existe" no surgió de la nada. Es el resultado de ignorar las necesidades
 más básicas de sus ciudadanos, sus derechos a un presente y a un futuro
 que no les obligue a migrar para ganarse la vida. "Teruel existe" es 
"el grito" de esa España vaciada a fuerza del olvido y la asfixia 
financiera.
Y como toda aldea rebelde que se precie, los 
enardecidos y desobedientes maños tienen su némesis en unos presuntos 
patriotas que han puesto a funcionar su máquina de generar mierda. 
En
 esta conjura de fasciosos tenemos que destacar el papel estelar de, 
como diría Valle Inclán, la prensa canalla. Los medios conservadores no 
han dudado en difamar al diputado que consiguió la plataforma 
argumentando que había recibido unos contratos para su empresa a cambio 
de su voto a favor del nuevo gobierno. Más falso que un beso de Judas. 
Los contratos fueron adjudicados un año antes de que Guitarte tomara su 
cargo. Y si observamos la trayectoria meteórica de "Teruel existe", ni 
la bruja Lola hubiera podido vaticinar que iba a ser diputado y, aún 
menos, que su voto sería tan "disputado".
Cañonazos en toda la
 línea de flotación. Difama que algo queda. De primero del hampa 
política. Pero, una vez abierta la cloaca, aparecen innumerable número 
de ratas. Y desde el PP y VOX se está alentando a las masas para que 
acosen y derriben al diputado turolense hasta torcerle el brazo, y el 
voto, en la investidura. Acoso en las redes, pintadas, amenazas... todo 
vale en esta nueva España en la que, las derechas, han dado un salto 
cualitativo hacia el histrionismo hiperbólico. Está claro que han 
recibido órdenes concretas. Disparen a discreción. Los superricos, esos 
que tiran de los hilos de las marionetas, no van a permitir que su 
buchaca mengüe en beneficio de un reparto más justo de la riqueza, 
servicios públicos dignos y todas esas moñadas que predica la izquierda 
luciferina. ¡Es la guerra amigos!. No se salva ni el pianista.
Aunque
 les recomiendo que dejen de tocar las narices a los aragoneses. Somos 
gente terca por naturaleza. Ya conocen los tópicos. De esos que no 
reblan delante de una locomotora o de una invasión gala si se tercia. 
Teruel y Aragón existen y resisten gracias a las personas que las sacan 
adelante con abundante sudor y pocas lágrimas. No le debemos pleitesía a
 ningún amo. Y menos aún a los que intentan con-vencernos por la fuerza.
"Teruel
 existe" pide respeto y avisa que no piensa ceder a las presiones. Se 
tomó una decisión y actúan como hace la gente honrada cuando da su 
palabra, asumiendo todas las consecuencias. 
Es la pócima 
mágica de esta remota aldea maña. El que la bebe se vuelve cabezón y 
coherente a partes iguales. Y no se apea del burro aunque le chufle el 
tren en el cogote. ¿Virtud o defecto? No se, a mi me mola. Es como un 
super-poder. 
¿Boicot a los productos de Teruel, a sus 
maravillosos parajes y a sus nobles gentes? Lo único que tengo claro es 
que existe un boicot orquestado contra la inteligencia. Y que da sus 
frutos. Unos frutos podridos de podrida simiente.
"Anda jaleo jaleo,
anda jaleo jaleo,
ya se acabó el alboroto
y ahora empieza el tiroteooo".
                    DdA, XVI/4371                   

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