domingo, 12 de enero de 2020

LA HISTÓRICA VICTORIA Y LA MEMORIA HISTÓRICA DE PABLO IGLESIAS


Félix Población

Bajo el título La histórica victoria de Pablo Iglesias, que pese a ser una evidencia tan elocuente como el logro al fin de un gobierno de coalición progresista por primera vez en los últimos cuarenta años, no ha sido titular en ninguno de los medios de comunicación que he leído estos días, Daniel de Vicente publica hoy en elsaltodiario.com un interesante artículo en el que hace balance de los últimos cuatro años y de la posibilidad frustrada de que ese gobierno se hubiera podido conseguir en 2015. 

El liderazgo de Iglesias ha sido fundamental para que al fin se lograse, a pesar de los muchos obstáculos, zancadillas y sucias maquinaciones de todo tipo que hubo de sortear quien ha llegado a una de las vicepresidencias del actual gobierno gracias no solo a su cualificada perspicacia política, sino a su capacidad de resistencia para enfrentarse a tantas infamias. Estamos, sin duda, ante una de las personalidades políticas más descollantes desde los tiempos de la segunda República. Su relevancia es aún mayor si se tiene en cuenta la mediocridad y hasta la incultura y falta de educación de muchos de sus colegas en el Congreso -sobre todo por parte de la derecha trina, capaz de mofarse del maestro Baldoví-, según pudimos comprobar a lo largo de la reciente investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno.

 Ahora, ya al frente de tan importante departamento como el de Derechos Sociales y Agenda 2030, iniciará Iglesias el tiempo más complejo de su currículum. A sus méritos y virtudes deberá añadir el del temple, en el que creo ha ido ganando terreno en los últimos años gracias al entrenamiento al que le han sometido sus muchos adversarios. Del artículo recomendado de Daniel de Vicente, me quedo con este último fragmento:

"Con esta coalición progresista que inaugura 2020 se abre una etapa histórica inédita en nuestro país. Sin embargo, el pacto solo pone título al nuevo ciclo político y es ahora cuando toca escribir las páginas de una España en deuda con las víctimas de la crisis capitalista de 2008. Este logro no hubiera sido posible sin el movimiento de los indignados surgido el 15-M, sin las mujeres que defendieron el feminismo el 8-M, sin las reivindicaciones de los pensionistas cada lunes, sin los jóvenes que salieron a la calle a recordar que no hay un planeta B, sin los colectivos sociales que trabajan a diario, sin el lustro de vida de Podemos, sin las décadas de trabajo de Izquierda Unida, sin la plurinacionalidad de las confluencias, sin los Ayuntamientos del cambio y, muy especialmente, sin los miles y miles de militantes, activistas y manifestantes anónimos que con su lucha conquistan cada día el presente. Pero tampoco se hubiera logrado sin el liderazgo ya histórico de Pablo Iglesias. Esta también es su victoria. Y con ella, la victoria de tantos". 


Creo también que es oportuno, ahora que el líder de Podemos expresó con lágrimas junto a Pablo Echenique la emoción del objetivo logrado, una vez proclamado Pedro Sánchez presidente del Gobierno, compartir con Pablo Iglesias la memoria que hizo de su abuelo, Manuel Iglesias, con motivo de un viaje en 2015 a la localidad de Villafranca de los Barros para homenajear su testimonio y el de todos los hombres y mujeres que, como él, lucharon por un país mejor. "España -como escribió entonces Iglesias-  tiene aún una deuda pendiente con aquellos que se enfrentaron al fascismo y lo pagaron con su vida, con la cárcel, con la tortura y con el peor de los exilios, el interior". 

En este DdA inserté entonces el artículo escrito por Manuel Iglesias, gran admirador de Federico García Lorca, publicado con el título Siempre España el 10 de febrero de 1939, así como el poema que el abuelo de Pablo Iglesias dedicó a su compañero de celda poco antes de que abandonara la cárcel en la que los dos estaban presos desde el final de la guerra incivil. Estoy convencido de que las lágrimas del vicepresidente del gobierno de Derechos Sociales y Agenda 2030 estaban afincadas, días atrás, en la memoria y las palabras de ese artículo de Manuel: Siempre España.

                  DdA, XVI/4376                

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