Félix Población
Es muy posible que a no mucho tardar asistamos al intento desesperado por parte de un sector de Ciudadanos de recuperar el discurso centrista que caracterizaría a un partido como el del color naranja, teniendo en cuenta sus orígenes, si no fuera por el extravío ideológico perpetrado por su fundador y líder omnímodo desde que la ultraderecha tentó a Rivera en Andalucía.
Los ceses y cambios decididos estos días por la actual gestora que tras la autodefenestración de Rivera guía al partido -según leempos hoy en eldiario.es-, han sentado muy mal en quien podría enfrentarse a la señora Arrimadas para liderarlo tras el próximo congreso extraordinario. Pero Francisco Igea, que gobierna con el Partido Popular en Castilla y León, tampoco es que lo tenga muy fácil para hacer verosímil un mensaje de centro, por mucho que lo pretenda.
Lo que a mi juicio parece evidente es que la cogobernación con el Partido Popular y el apoyo de Vox no sólo en la citada comunidad sino en otras, así como los sucesivos apaños del mismo signo en algunos gobiernos municipales, va a restar credibilidad a cualquier aspirante que pretenda ofrecerse como alternativa de centro al liderazgo de Inés Arrimadas, una personalidad cuyo porvenir político considero ya caducado.
Por todo ello, y por el atractivo electoral que en este país siempre ha tenido aquel invento de Adolfo Suárez del centro democrático -máxime ahora que el PSOE ha pactado con la izquierda-, creo que de Ciudadanos y de algunos sectores incluso del Partido Popular, como el que podría representar Borja Semper en el País Vasco, podría surgir el partido que nunca estará al alcance de recuperar el actual y derechizado partido naranja ni ninguno de quienes lo han encabezado. Eso me hace pensar una vez más en Manuel Valls, tan en silencio ahora.
DdA, XVI/4380
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