sábado, 14 de diciembre de 2019

UN POEMA DE JOAQUÍN A. BONET A LA LIBERACIÓN DE ESPAÑA


 1. ¡Salieron los presos!
Salieron los presos al sol que tenía
claridades nuevas de una Epifanía, 
donde se juntaban lágrimas y besos.
El Otoño mismo por que no se viera
jamás empañada
la santa alegría,
le pidió prestada
su gala más fértil a la Primavera,
y guardó su manto de melancolía.


Lazarillo

Confío en que el lector pueda seguir la continuación de este poema, publicado por quien fuera cronista oficial de Gijón un año después de la ocupación de la ciudad por las tropas franquistas. Faltaban todavía seis meses para que acabara la Guerra Incivil y Joaquín A. Bonet (1889-1975) se centra en estos versos, en lugar de cantar las glorias del caudillo gallego o de sus generales, en el dolor humano de una madre por los hijos perdidos. 
Bonet se inició en el periodismo asturiano en El Publicador y muy pronto formó parte de la plantilla del diario El Comercio. Colaboraría también en La Prensa y sería corresponsal del diario ABC y del Diario de la Marina de La Habana. Encarcelado durante la guerra hasta octubre de 1937, fue el primer director del diario Voluntad, que formaría parte de la cadena de periódicos del Movimiento, en el que fue publicado este poema. Desde 1954 fue cronista oficial de la villa. Ya en su ancianidad (falleció en 1975) pude leer algunas de sus colaboraciones sobre la historia de Gijón en el diario El Comercio (Pequeñas historias de Gijón). Yo entonces buscaba otras que nunca encontré en ese periódico.
De aquel tiempo recuerdo mi interés por un libro en el que Bonet contaba su infancia, Historia de un niño español, publicado por el Ayuntamiento gijonés en 1950, que tampoco llegué a leer.

DdA, XV/4364

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